El lateral derecho catalán cumplirá su quinta temporada en las filas del Club Deportivo Lugo
20 jul 2021 . Actualizado a las 19:33 h.Eduard Campabadal (Tarragona, 1993) mira a la nueva temporada con cierta cautela. Evita hacer cábalas y recomienda tener muy presente el sufrimiento de las últimas campañas. El lateral del Lugo se aferra al «partido a partido» y no mira más allá del estreno en Oviedo. «Ese es el camino», afirma después de otro día de intenso trabajo en el campo municipal de Pol.
—¿Está siendo muy dura la pretemporada de Albés?
—Bastante. Estamos haciendo muchas dobles sesiones, con mucho gimnasio y mucho trabajo físico. Se está haciendo dura, la verdad, pero llegar al campeonato con una buena base física es primordial.
—¿Ha entrenado algo durante las vacaciones?
—Yo acostumbro a hacer cosas para no perder la forma y llegar al inicio de la pretemporada con un nivel físico más o menos aceptable, pero este año no pude por una operación y ahora lo estoy notando.
—Cuando acabó la temporada, ¿el agotamiento era más mental que físico?
—Podríamos decir que a partes iguales. Ha sido una temporada atípica, con muchos partidos comprimidos en poco tiempo, y yo, que he jugado tantos, acabé bastante agotado. A nivel mental también ha sido un año muy exigente, aunque afortunadamente hemos sabido gestionar tanta tensión y por eso la permanencia ha tenido un mejor sabor que otras. Lo más duro fue vernos tan bien a mitad de temporada y después en una dinámica que nos llevaba a Segunda B.
—Pasaban los días, las semanas y los meses y el Lugo era incapaz de reaccionar. ¿Llegó a pensar que la salvación era imposible?
—Imposible no. Exageradamente complicada sí, pero no más que en otras temporadas que he vivido aquí. Recuerdo un año que fuimos a Las Palmas y no metieron cuatro y al partido siguiente nos jugábamos la vida contra el Almería, que era uno de los mejores equipos de la categoría, y le metimos cuatro.
—Eloy Jiménez debutó en ese partido en el estadio de Gran Canaria.
—Sí, eso es. Volvimos de Las Palmas muy deprimidos y convencidos de que si no ganábamos el siguiente partidos apenas nos quedarían opciones de salvarnos. Y mira, no volvimos a perder y le ganamos en el Ángel Caro al Almería y al Deportivo.
—¿Fue un error despedir a Nafti?
—Después de ver el desarrollo posterior de la temporada, creo que sí, es evidente. Jugando mejor o peor, con Nafti estábamos sacando puntos, que es lo que cuenta. Con Luis César no conectamos, no sé muy bien por qué, y nos hundimos.
—Albés dio con la tecla.
—Con él conectamos desde el principio y el nivel de los entrenamientos cambió. Su nivel de exigencia es muy alto. Hoy, por ejemplo, un ejercicio que tenía que durar 15 o 20 minutos ha durado 45 porque no estaba saliendo como él quería.
—¿Qué espera de la nueva temporada?
—Con el paso del tiempo me he convencido de que lo mejor es no hacer cábalas ni mirar muy lejos. Vamos a ver qué hacemos en la primera jornada contra el Oviedo. En eso es en lo que debemos pensar. Partido a partido, no hay mejor camino para hacer las cosas bien y lograr los objetivos que te marcas.
—Todavía quedan muchos jugadores por llegar.
—Somos un club modesto y este año vamos muy justos de límite salarial. Yo mismo lo he sufrido en la renovación. Así es más complicado fichar. Jugadores veteranos ya tenemos, y son muy buenos, por lo que creo que necesitamos refuerzos jóvenes, con hambre y con ganas de demostrar que tienen capacidad para progresar y triunfar. En cualquier caso, no esperemos que el equipo esté hecho mucho antes del cierre del mercado.
—¿Será una Segunda División más fuerte o más floja que la última?
—La pandemia ha acentuado aún más el desnivel que ya había entre los equipos de la zona alta y el resto. Muchos clubes se han resentido, así que imagino un campeonato muy similar al último, con los de arriba haciendo más puntos de los habituales y los de abajo, menos de los habituales.