
Iyore Oshodi y Lucas Martínez, referentes de la cantera local, dieron el salto
13 dic 2022 . Actualizado a las 18:45 h.Ya aparecen brotes verdes en la cantera del fútbol monfortino. Un ejemplo lo constituyen Iyore Oshodi y Lucas Martínez, que con 14 y 13 años, respectivamente, afrontan su primera temporada en el Lugo. La portera lo hace en el equipo de la Primera División femenina, mientras que el mediocentro juega en el infantil A.
No hicieron falta muchos partidos para que los técnicos de la base del club albivermello dieran luz verde a las dos incorporaciones. Y es que son dos jóvenes promesas con mucha proyección. Las dos dieron el «sí quiero» al Lugo este verano.
«La temporada pasada fui a entrenar con varias porteras de la provincia con el Lugo, y una semana después de probar me dijeron que me querían fichar. No lo dudé ni un minuto, porque sabía que era un tren que no podía dejar pasar», indica Iyore.
A Lucas le pasó algo parecido. «Me llevaban siguiendo en varios partidos la pasada campaña, y a principios de verano me llamaron para incorporarme. Fue lo máximo, y después de hablarlo con la familia dí el sí, porque fichar por el Lugo supone dar un paso más en mi carrera y seguir trabajando para cumplir mi gran sueño, que sería llegar al fútbol profesional», afirma.
Lucas e Iyore comparten centro escolar. Ambos estudian en el colegio Torre de Lemos, y tienen claro que su pasión es el fútbol, pero no olvidan los estudios. «Tiene que ser así, y de hecho mis padres y yo lo tuvimos claro cuando valoramos la oferta del Lugo. Estudios y fútbol han de ser perfectamente compatibles, porque la carrera del futbolista no es larga, y hay que pensar en el futuro», añade Lucas.
En la misma línea se pronuncia Iyore, que admite que la condición que le puso su abuela para irse al Lugo fue que no podía descuidar sus estudios. «Yo quiero estudiar, porque además de jugar en el Real Madrid me gustaría ser guardia civil», dice.
Las dos jóvenes promesas están demostrando las razones por las que el Lugo las fichó. Lucas es puro talento, un futbolista de dibujos animados, que sigue la estela de su padre, Alipio Martínez. El joven futbolista destaca por su calidad, su excelente visión de juego y por sus llegadas de segunda línea. «Mi posición natural es de medio, pero en el Lugo también me ponen de central», puntualiza.
Iyore se ajusta al perfil de portera moderna. Mide 1,74 metros, es ágil, buena colocación y juega a la perfección con los pies. «Jugar con los pies es muy importante en el fútbol actual para cualquier portero, y a mí se me da bien», dice.
Iyore comenzó en el fútbol con 4 años. Fue en las escuelas del CF Monforte, club en el que se formó. Y eso que le gustaba el básquet, pero tuvo que elegir y apostó por el fútbol.
A Lucas, el balompié le viene en los genes. Su padre y su abuelo, Lillo, fueron grandes jugadores. Este último estuvo en el Lemos, Ourense y Lleida, y precisamente con el club catalán se enfrentó al Barça de Johan Cruyff en un amistoso. «Es una ventaja tenerlos a los dos cerca, porque me dan muchos consejos», asegura.
Lucas e Iyore se desplazan tres días a la semana a Lugo para entrenar, a lo que hay que sumar la jornada de partido. Pero ese esfuerzo merece la pena. «Si quieres cumplir tus sueños tienes que trabajar y sacrificarte», coinciden ambos.
Iyore solo ha encajado dos goles en lo que va de temporada. Su equipo es tercero, y asegura que el objetivo es «ascender». Lucas está siendo la referencia del infantil A, que está certificando una gran temporada.