Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido como la paloma mensajera que realiza el maravilloso viaje de vuelta al nido donde nacimos, crecimos y descubrimos que la palabra amor resulta, en ocasiones, demasiado débil para definir un sentimiento. Es el viaje que emprende a Vitoria el nuevo responsable técnico del equipo lucense, Íñigo Vélez, con el objetivo de iniciar una remontada que puede ser histórica y que convierta en realidad el sueño de permanencia en la categoría. Referencias conocidas las tiene. Él y su segundo entrenador, Moisés Hurtado, pertenecían al segundo equipo de la entidad blanquiazul la inolvidable temporada 2003/2004, en la que Luis Fernández consiguió la agónica permanencia del Espanyol de Barcelona en sustitución de Javier Clemente, tras sumar únicamente ocho puntos en las primeras diecisiete jornadas de la competición. Sin salir de la provincia, hemos tenido el privilegio de ser testigos de que en el deporte toda remontada es posible. Lo acaba de demostrar nuestra mejor referencia, Adrián Ben, proclamándose campeón de Europa tras ir último durante casi dos tercios de la carrera.
Un rival fino en ataque y duro en defensa
Y en el destino, nos espera Luis García con su 1-4-2-3-1, en el que son habituales Sivera en portería, con Tenaglia y Rubén Duarte en laterales, Abqar y Sedlar como centrales, Antonio Blanco y Toni Moya en la posición de medios centros con Jason, Salva Sevilla o Guridi y Luis Rioja como medias puntas y con Sylla o Villalibre como principal referencia ofensiva. Menor protagonismo en el momento actual de la temporada para Laguardia, Maras, Benavídez, Miguel de la Fuente, Alkaín, Róber González, Anderson Arroyo, Javi López y Abde Rebbach.
Los alavesistas hacen uso de un juego combinativo alegre y vistoso, en el que la elevada calidad de sus jugadores le permite elegir las mejores opciones en la finalización de jugadas, lo que justifica el hecho de que sea el conjunto de la categoría con mejor promedio de efectividad en este aspecto. Esto, unido a un excelente juego aéreo en ambas áreas, a una decisiva participación de sus laterales en fase ofensiva y a un excelente trabajo en estrategias ofensivas.
El conjunto vitoriano emplea un posicionamiento avanzado con las líneas muy juntas y con presión intensa y efectiva sobre la salida de balón del adversario, mostrando ciertas carencias en balones jugados a espaldas de su adelantada línea defensiva.
En fase defensiva, suelen emplear una contundencia en duelos y acciones que, en ocasiones, resulta excesiva, lo que les ha obligado a finalizar varios de sus encuentros en inferioridad numérica y a la sanción de infracciones dentro de su propia área en jugadas de escasa peligrosidad para su portería e impropias de la categoría en la que militan.