Los locales dominaron de principio a fin e hicieron méritos y ocasiones de sobra para festejar su primer triunfo de la temporada
01 sep 2024 . Actualizado a las 22:53 h.El Lugo convenció, pero no pudo estrenar su casillero de victorias frente a un rácano Amorebieta. Le falló la puntería. Fue su punto débil en un partido que dominó de cabo a rabo y en el que mereció más que el empate. Desplegó buen fútbol, presionó, ahogó al rival y creó peligro durante los 90 minutos. Hizo méritos de sobra para quedarse con los tres puntos, pero deberá esperar para festejar su primer triunfo en el nuevo campeonato de Primera Federación.
Lolo Escobar introdujo solo un cambio con respecto a la alineación en el Reino de León. Martín Ochoa, el ariete cedido por el Deportivo, dio relevo a Guille Perero y fue la referencia ofensiva de un conjunto alvibermello con un dibujo ambicioso (1-4-3-3) y con querencia por el balón. El dominio local fue absoluto ya desde el arranque y los primeros avisos corrieron a cargo de Ander Zoilo y Martín Ochoa. Poco después lo intentó Yayo González con un disparo que se fue a las nubes. El Lugo tenía maniatado al enemigo, al que le costaba enseñar sus garras, llevaba el balón de un costado a otro buscando carriles interiores o superioridad en los costados y con frecuencia pisaba el área contraria con peligro. Muy poca tregua daban los rojiblancos a los pupilos de Julen Guerrero, ahogados por la presión y que regalaron un primer tiempo plácido a Marcos Lavín.
El público también ponía de su parte para que el dominio se viera recompensado. El Ángel Carro tiene fe en el nuevo proyecto y los gritos de aliento y los aplausos al equipo, sobre todo desde el fondo norte, eran constantes. En la grada se jaleaba cada ataque de un Lugo que no perdía el control de la situación pero con déficit de precisión y puntería frente a la tupida defensa del equipo vasco. El disparo lejano era la opción más recurrente en los anfitriones, que se fueron a la caseta en el descanso extenuados.
Satisfecho con el trabajo de los suyos, Lolo Escobar optó por reanudar la contienda con los mismos. El primer disparo entre los res palos del Amorebieta llegó en arranque del segundo acto, en un testarazo de Selma que atajó Lavín sin agobios. Al Lugo empezaron a pesarle las piernas. Fue perdiendo energía, pero incluso con el depósito casi en reserva siguió haciendo méritos para cobrar ventaja. Escobar insufló oxígeno dando entrada a Guille Perero y Jaume Cuéllar.
Pasaban los minutos, las fuerzas seguían yendo a menos y los albivermellos no daban con la fórmula para traducir su dominio en goles. La tuvo Jaume Cuéllar, en un regalo de Muñoz-Yuste, pero se precipitó buscando el disparo con compañeros dentro del área a los que asistir. A continuación lo intentó Martín Ochoa con un remate desde la frontal, flojo y muy centrado. Más potencia dio a su chut poco después, pero un defensa lo desvió a córner. Otra ocasión al limbo para desesperación de unos aficionados volcados que no perdían la esperanza y que se sobresaltaron con una falta directa que ejecutó Berto rozando el poste. La última tentativa local corrió a cargo de Álex Lizancos, cuyo testarazo se perdió rozando el poste cuando el tiempo reglamentario estaba a punto de expirar. Apenas hubo tiempo para nada más en el escaso añadido de tres minutos que decretó el colegiado.
LUGO: Marcos Lavín, Álex Lizancos, Juan Rodríguez, Erik Ruiz, Ander Zoilo (Nicholas Nathaniel, min 87), Roger Martínez (Guillero Perero, mnin 61), Alberto Vaquero (Dani Vidal, min 79), Yayo González, Martín Ochoa (Jorge González, min 79), Jon Cabo y Raúl Hernández (Jaume Cuéllar, min 61)
AMOREBIETA: Unai Merino, Álex Carbonell (Berto, min 76), Kortazar, Amelibia, Sergio Camacho, Takuhiro, Nassourou, Muñoz-Yuste, Enol Coto (Jordi Calavera, min 92(, Pablo Hervias (Íñigo Muñoz, min 71) y Daniel Selma (Álvaro Marín, min 71)
ÁRBITRO: Bueno Prieto, del comité madrileño. Amonestó a los locales Roger Martínez y Alberto Vaquero, y al visitante Pablo Hervias
INCIDENCIAS: Partido de la segunda jornada en el grupo 1 de Primera Federación. Alrededor de 2.300 espectadores en las gradas del estadio Ángel Carro.