El tránsito de extremo a lateral

Iñaki Sáez EL EXPERTO

GRADA DE RÍO

13 nov 2013 . Actualizado a las 12:19 h.

La reconversión de un extremo a un lateral es un cambio con sentido en el fútbol. A nada que se lo proponga y le anime la gente, el jugador puede seguir adelante, siempre y cuando sea un poquitín rápido y lea bien el fútbol, las dos cualidades necesarias. Yo viví esa transformación como jugador, y también la propicié como entrenador. Estuve jugando cinco años de extremo y luego siete de defensa, y como lateral llegué a ser internacional. ¿Qué cualidades se necesitan? Pues entender bien el fútbol, porque es diferente estar atacando a tener que estar defendiendo. Lo que más cuesta es el marcaje al contrario, pero teniendo un sentido del fútbol adecuado, cubres bien todas las partes del campo a la hora de defender. Además, al ser extremo tienes velocidad y eso es importantísimo para jugar de defensa lateral. Tienes tanta velocidad como el extremo, y a veces incluso más.

En mi caso, la temporada que me pusieron disputé 22 partidos. No estaba jugando de extremo, me probaron de lateral y no dejé de jugar en siete años más que cuatro partidos. Una vez que vas dominando el puesto, vas mejorando y tomando más confianza. El cambio puede dar una moral importante cuando pasas de no jugar a ser titular, porque interviene mucho lo psicológico. El hecho de que toda la vida hayas jugado de extremo y tengas que hacerlo atrás, pasa por un proceso mental. Cuando lo haces bien, te refuerzas mucho y vas exigiéndote más, además de captando los juicios de la gente que te rodea. El gran cambio es el marcaje, puesto que lo demás lo tienes ya por añadidura.

Tras la reconversión de futbolistas suelen estar las necesidades de programación. A nivel de banquillo, cuando el entrenador da la oportunidad es porque piensa que lo puedes hacer bien. Solo tienes que intentar estudiar con él después de cada partido, con las imágenes, los aciertos y los problemas. Como entrenador tienes que estar apoyando constantemente para que se vaya creciendo. Lo importante de un futbolista es que se lo crea.