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«El 40% de los métodos de la serie 'CSI' no existen»

María Míguez SANTIAGO

CIENCIA

Reportaje | La otra cara de la policía científica Constantino García, jefe del departamento de ciencia y técnica policial del CNP, desvela los requisitos más básicos pero menos conocidos que un agente debe tener

09 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

«¿La policía científica? Sí, sí, esos son los que salen en CSI». Desde que Grissom y compañía llegaron a las pantallas, todos nos hemos convertido en expertos de las más avanzadas técnicas de criminalística. La tanatología (a través de la que se determina la fecha de la muerte) o la quiroscopia (identificación de un individuo por los pliegues de las manos) no se nos escapan. Como reconoce Constantino García Rodríguez, jefe del departamento de ciencia y técnica policial del Centro Nacional de Policía, la serie ha dado un empuje a esta profesión. La policía lo agradece, pues cuanta más gente quiera entrar, mejor selección se hará. Los interesados en acceder a la policía científica, deben saber que su destino será Ávila, donde está el único Centro Nacional de Policía de España, en el que tendrán que vivir internos. ¿Por qué? En palabras de García Rodríguez, porque la formación no es sólo las materias, sino la actitud, el saber estar... algo que se consigue con la convivencia. ¿Por qué Ávila? Por ser «un sitio pequeño, donde nos podemos enterar de lo que hacen los alumnos cuando salen a tomar algo». Allí cursarán los estudios como policía (nueve meses) o inspector (dos años). Para acceder a estos hay tener el graduado de la ESO en el primer caso y una diplomatura en el segundo. Ésta puede ser en ciencias o en humanidades «ya que aquí, más que la preparación, cuenta el interés», reconoce Constantino García. Requisitos de policía Tener una edad de entre 18 y 30 años, medir más de 1,60 metros ellas y 1,70 ellos y ser de nacionalidad española es también obligatorio. No es problema medir 2,20 metros, ya que la estatura sólo se limita en el mínimo. El mayor inconveniente, como dice García, será que alguien muy alto «las pasará canutas para dormir, ya que habrá que hacerle una cama especial». Cumplidos los requisitos, sólo queda pasar una entrevista psicológica para ingresar en la academia. Identificación de la escena o balística forense serán algunas de sus asignaturas, de las que hay que examinarse por cuatrimestre. Si se suspende el examen, se puede ir a la convocatoria extraordinaria o de recuperación que, esta vez sí, hay que superar «o irse a la calle. Tras esto, para volver a entrar, hay que opositar de nuevo», cuenta García. Finalizados los estudios, tras especializarse en un área o según su formación anterior, les asignarán una plaza en «una de las mejores policías científicas del mundo». Una profesión con futuro, bien remunerada y para toda la vida. Eso sí, quien espere resolver un crimen con una cámara que graba a un asesino de espaldas y, a partir de ahí, permite ver la cara del delincuente, que sepa que no podrá hacerlo, ya que, según García, «el 40% de los métodos de CSI no existen».