Es la reivindicación de los profesionales españoles en el extranjero
11 jul 2018 . Actualizado a las 07:55 h.Muchos ya están asentados en sus lugares de acogida y, aunque tuvieran una oportunidad para regresar, no la aceptarían, mientras que otros tantos esperan, decepcionados, una ocasión que no llega para investigar en su país. Pero tanto unos como otros tienen un objetivo común: mejorar la calidad de la ciencia en España, un sistema de I+D que ha perdido su capacidad de atraer talento del exterior. No solo por los recortes de los últimos años, sino también por la indefinición de la carrera investigadora, por el exceso de burocracia y por una abrumadora rigidez fiscalizadora que convierte cualquier gasto, por mínimo que sea, en una auténtica carrera de obstáculos. Todos coinciden en la necesidad de un cambio que desde ayer reclaman al unísono con una voz única y que consideran que debe pasar por la aprobación de un Pacto de Estado por la Ciencia al margen de vaivenes políticos y de equilibrios presupuestarios en los que la investigación siempre sale perdiendo.
Esta fue la reivindicación lanzada en el Congreso por los representantes de la red de asociaciones de investigadores y científicos españoles en el exterior, Raicex, que se constituyó en la mañana de ayer en Madrid, en la Fundación Ramón Areces, y que por la tarde presentó sus demandas en la comisión de Ciencia y Universidades de la cámara de los diputados. Agrupan a 15 asociaciones de otros tantos países repartidas en cuatro continentes que representan a más de 3.500 investigadores, aunque en realidad, y según sus propios cálculos, el talento español en el extranjero se nutre de entre 15.000 y 20.000 personas. Raicex es ahora su altavoz.
«Queremos ofrecer una voz única al colectivo de investigadores españoles en el exterior para posicionarnos como un agente que pueda contribuir a mejorar el sistema», destaca el presidente de Raicex, Javier Escudero, que también es el responsable de Sruk, la sociedad que agrupa a los científicos hispanos en Gran Bretaña. «Creemos que tenemos mucho que aportar y que nuestra experiencia en otros países puede servir para ayudar a mejorar el sistema de I+D+i en España», corrobora Eduardo Oliver, secretario general y portavoz de la recién creada agrupación.
De hecho, Raicex nace con la vocación de convertirse en un interlocutor capaz de transmitir y compartir las competencias y el conocimiento adquirido por los profesionales hispanos en el exterior. El objetivo final pasa por conseguir un sistema «sólido, robusto y estable», la única garantía no ya solo de que el talento fugado pueda regresar si así lo desea, sino también de poder captar el de otros países, porque «la ciencia es una empresa global», según reconoce Escudero, quien, pese al desmantelamiento de los últimos años, sí cree que es posible la transformación que reclaman. Para dar los primeros pasos no hace falta mucho dinero. «Basta -dice- con que se ejecute la inversión presupuestada». Es una línea en la que el ministro de Ciencia, Pedro Duque, también se mostró partidario.