Rosa Arroyo: «Hay pseudoterapias como el 'milagroso' MMS, que matan por intoxicación»
CIENCIA
La coordinadora del Observatorio de Pseudociencias y Pseudoterapias de la Organización Médica Colegial advierte de que la propagación de bulos sanitarios es hoy «muchísimo mayor» por el efecto de las redes sociales
03 may 2022 . Actualizado a las 17:36 h.«El paciente debe poder recibir una información veraz de fuentes acreditadas para tener un pensamiento crítico que le permita elegir con libertad sobre su enfermedad». Este es el objetivo de Rosa Arroyo en su condición de coordinadora del Observatorio de Pseudociencias y Pseudoterapias de la Organización Médica Colegial (OMC). La también oftalmóloga en el hospital Arquitecto Marcide de Ferrol y vicesecretaria de la Organización Médica Colegial de España alerta de la fuerte propagación de los bulos sanitarios auspiciada por las redes sociales, lo que convierte a los ciudadanos en fácil presa de las pseudoterapias. De todo ello hablará este martes, a las siete y media de la tarde en la Domus de A Coruña, en la conferencia Pseudociencias y Pseudoterapias del siglo XXI organizada por la Fundación CorBI en colaboración con los Museos Científicos Coruñeses.
-En el 2018, más de 1.000 médicos y científicos denunciaron en una carta dirigida al Ministerio de Sanidad que las pseudoterapias matan. ¿Es así?
-Sí, sí que lo hacen. No se puede decir que toda la pseudociencia mate, pero sí que hay determinadas técnicas o prácticas que si alejan al paciente del tratamiento adecuado y basado en la evidencia científica, pues sí que lo pueden matar por la pérdida de la posibilidad de recibir un tratamiento adecuado o por el retraso a la hora de administrarlo. Si no sigues las recomendaciones basadas en la ciencia te puede llevar a la pérdida de la salud o de la vida.
-Ese es el riesgo, que se aleje a los pacientes de las terapias contrastadas por la ciencia
-En medicina siempre hay un riesgo, pero si encima el tratamiento no está realizado por el profesional adecuado o se le priva al paciente de la posibilidad de ser tratado, pues es mayor. Obviamente, si se trata un catarro con una práctica pseudocientífica no tiene por qué matarlo.
-Pero también pueden matar directamente.
-Sí. Con el MMS, la solución mineral milagrosa que se ha estado promocionando antes y durante de la pandemia sí que se han descrito casos de muertes por intoxicación en patologías que no tenían que evolucionar hacia la muerte. Antes solo se hablaba de las pseudoterapias en términos de eficacia. Se pensaba que no curaban, pero que tampoco hacían daño. Ahora, sin embargo, se está viendo que algunas de ellas sí lo hacen. Y claramente la que se está viendo es el MMS.
-Esa suerte de lejía industrial que dicen vale tanto para el sida, como para el autismo o el asma lleva años promocionándose. Que no podamos hacer nada por evitarlo es chocante.
-Bueno, hay denuncias incluso por parte de los colegios médicos, pero sí es verdad que sigue proliferando porque siempre hay ciertas personalidades que la promueven, no sé si porque creen en ella realmente o porque tienen intereses económicos espurios.
-¿La han denunciado los pacientes?
-La Federación de Autismo de España nos contaba que había unos padres que habían aplicado MMS a su hijo. Aunque afortunadamente no tuvo consecuencia de muerte, estaban desesperados, pero no querían denunciar porque se avergonzaban de haberles dado el producto a su hijo.
-Ustedes vienen reclamando desde hace años una regulación clara de las pseudoterapias. Pero todavía no existe
-No, no existe porque están en evaluación algunas de ellas. El Ministerio de Sanidad, en el 2018, cuando era ministra María Luisa Carcedo, presentó un plan de protección de la salud de los pacientes frente a las pseudoterapias. En ese plan se detectaron al menos 140 prácticas o técnicas. De ellas, 70, casi la mitad, se clasificaron como pseudoterapias y se eliminaron. Las otras están siendo sometidas a evaluación por las agencias de tecnología sanitaria.
-¿Cuál es su objetivo al frente del observatorio?
-Nosotros lo que queremos es que el paciente esté bien informado, ética y deontológicamente informado. Luego que decida en consecuencia, porque tiene todo su derecho a renunciar a un tratamiento. Pero si lo hace así que lo haga con toda la información adecuada, verificada, acreditada y de fuentes fidedignas.
-¿Estamos rodeados de bulos sanitarios?
-Mucho más que antes, siempre ha habido información no contrastada, pero ahora la difusión y amplificación por redes sociales ha hecho que las mentiras no puedan ser verificadas o contrarrestadas con la evidencia. Cualquier información que recibimos por Facebook, Twitter, Instagram, Telegram deberíamos ponerlo en «cuarentena» y buscar las fuentes de la misma.
-Nos hemos olvidado de los medios acreditados por las redes sociales.
-La población en general recibe más información por fuentes no verificadas que por los medios acreditados. En un medio convencional, si tienen un error lo rectifican
-Durante la epidemia de covid también se vertieron todo tipo de falsedades interesadas.
-Cuando eclosionó la pandemia no conocíamos casi nada de ella, no teníamos tratamiento… Tampoco teníamos vacuna, que apareció inusualmente pronto, y este tipo de cosas generan la desconfianza de la gente. Pero en realidad la vacuna no apareció pronto porque se suprimieran los requerimientos de calidad y seguridad que requería, sino porque todos los países pusieron el dinero necesario para la financiación y rápidamente solventaron los procedimientos administrativos, que llevan su tiempo, en los ensayos clínicos. Pero la rapidez con que llegó generó el paradójico efecto de que había ciudadanos, y también algunos profesionales, que desconfiaban de ella.
-Sí, pero lo grave es que también hay médicos negacionistas y antivacunas.
-Y están denunciados. Esos médicos no deberían dirigirse a la población en su condición de profesionales de la medicina, porque es una falta deontológica. Como personas pueden tener una valoración del tema, pero no pueden ofrecerla en su condición de médicos, porque es la comunidad científica y las autoridades sanitarias las que tiene que dar esa información, avalarla y responsabilizarse de ella. Yo soy oftalmóloga y sobre el tema de la vacunación te puedo transmitir lo que dicen los vacunólogos, pero no mi opinión sobre la vacuna, porque no soy una experta. Y esa es la diferencia.
-¿Hay más antivacunas con el coronavirus?
-Paradójicamente, la epidemia de coronavirus amplificó la voz de los antivacunas. También es verdad que nunca antes se había producido una vacunación tan masiva. Quiero dejar aquí claro que el hecho de vacunar, aunque no ha evitado los contagios, ha dejado formas de covid mucho más leves de lo que eran antes. Durante la pandemia tuvimos pacientes graves en los hospitales que limitaron las oportunidades a otras patologías que se quedaron sin diagnóstico o sin tratamiento porque no podíamos abarcarlo todo. Entonces, no es que te vacunes porque vas a pasar la enfermedad de forma más leve, es que si no lo haces y tienes una forma grave de enfermedad vas a consumir unos recursos sanitarios, humanos y económicos que podían ir para otro paciente
-También hay gente que no lo hace por miedo.
-Uno puede tener miedo, pero también tiene que ser consciente que su actitud puede llevar a poner en peligro a otros más vulnerables.
-Sobre otras cuestiones. ¿Qué opina que se vendan productos homeopáticos en farmacias?
-Los fármacos homeopáticos no son productos sujetos a prescripción médica ni con indicación terapéutica. Debemos tener clara una cosa, si un medicamento no tiene potenciales efectos secundarios es que tampoco tiene efectos terapéuticos. No hay ningún medicamento realmente eficiente que no tenga efectos secundarios.