La ourensana María Martinón aúna su faceta de médica y antropóloga para ofrecer en una obra apasionante el recorrido de éxitos y debilidades de los humanos a la luz de la evolución y en el que los abuelos jugaron un papel clave en nuestra supervivencia como especie
04 may 2022 . Actualizado a las 17:13 h.«Los abuelos son el as en la manga con el que los humanos ganamos la partida a la muerte durante una gran parte de nuestra vida». La frase por sí sola es impactante. Pero es tan solo una de las muchas reflexiones que acompañan un relato apasionado sobre la historia de la imperfección humana a la luz de la evolución. Si la selección natural explica nuestro éxito como especie, la debilidad es nuestro motor de supervivencia. Y este es el viaje complejo pero excitante que nos ofrece la antropóloga María Martinón-Torres (Ourense,1974) en Homo imperfectus. ¿Por qué seguimos enfermando a pesar de la evolución?, que desde este miércoles ha llegado a las librerías publicado por Destino.
Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana e investigadora en Atapuerca, vuelca en la obra sus dos pasiones: la medicina y la antropología. Licenciada en Medicina por la Universidade de Santiago, pronto se decantó hacia su verdadera vocación de antropóloga, pero sin perder nunca su visión médica. No en vano, y ella mismo lo reconoce, son dos ramas que comparten una mirada en común.
Y en su caso las adereza con una enorme curiosidad y empatía, quizás esenciales para ejercer en ambas profesiones. Son ingredientes que forman parte de su personalidad y que se transfieren de forma inequívoca a un libro que engancha desde el principio y hasta el final. La autora tiene la capacidad de transmitir su curiosidad al lector, un enganche que se sustenta, además, en un relato fluido y en una prosa limpia y subyugante acompañada por un conocimiento enciclopédico en el que intercala pasajes literarios en la introducción de sus explicaciones. Estas referencias, lejos de convertir la lectura en más pesada ayudan a una mejor contextualización y la dotan de un ritmo vibrante y plenamente engarzado.
¿Nos morimos por el bien de la especie?, ¿qué papel juega la menopausia en la evolución humana?, ¿es realmente necesario envejecer?, ¿por qué el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas son ahora más frecuentes que en la larga historia del Homo sapiens? Y, si enfermamos, ¿significa que la evolución es una chapuza? Son preguntas que se plantea la autora, junto a muchas otras, cuyas respuestas se van desgranando en la obra de forma hilada y amena.
El libro es una oportunidad para adentrarnos en los rincones más oscuros de nuestra biología, pero también para conocer el origen de nuestras fobias, del papel de nuestros abuelos en nuestra supervivencia como sapiens, de por qué somos una de las especies más longevas a pesar de nuestras imperfecciones o de cómo nuestro cerebro ha ido ganando una mayor capacidad cognitiva a medida que se vuelve más vulnerable ante las enfermedades neurodegenerativas.
Todo tiene una razón, pero la autora no pretende explicarlo todo, sino que a la luz del conocimiento que va desgranando también nos ofrece la oportunidad para reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra evolución como especie. Es el viaje que debe hacer cada lector. Porque, al fin y al cabo, la enfermedad, o la forma de enfrentarnos a ella, es también un triunfo de nuestra especie.