La fisioterapia avanza para mejorar la salud

Y.G

CIENCIA

Manuel Suárez es socio y director clínico de Cerocuatro salud.
Manuel Suárez es socio y director clínico de Cerocuatro salud. EDUARDO PEREZ

Los últimos estudios científicos evolucionan los tratamientos físicos hacia terapias con ejercicios

13 nov 2024 . Actualizado a las 14:05 h.

Los avances científicos en el ámbito de la salud han permitido un enfoque más preciso y eficaz en el tratamiento de diversas dolencias. En particular, el campo de la fisioterapia se ha beneficiado de investigaciones recientes que confirman la eficacia del ejercicio físico no solo como método de prevención, sino también como parte integral del proceso terapéutico. Esta evolución se traduce en un cambio en la manera en que los fisioterapeutas abordan el dolor y las disfunciones físicas de sus pacientes.

En la ciudad de A Coruña, Cerocuatro Salud, situada en Magistrado Manuel Artime 18, ha abrazado plenamente esta tendencia innovadora. Bajo la dirección de Manuel Martínez Suárez, socio y director clínico, el centro practica un enfoque moderno basado en tres grandes unidades: neurorrehabilitación, fisioterapia musculoesquelética y un área de entrenamiento para personas sanas. Esta estructura permite una oferta integral que responde a las necesidades de distintos tipos de pacientes y refuerza la importancia del movimiento como pilar fundamental para la salud.

«Hemos cumplido un año en estas instalaciones, aunque nuestro equipo tiene un bagaje de más de dos décadas en nuestra ubicación anterior», destaca Martínez. Su experiencia les ha permitido adaptarse a un momento de transformación en la fisioterapia. «La terapia no se centra tanto en la camilla, sino en un abordaje más activo a través de programas de ejercicio», explica. La propuesta de Cerocuatro va más allá de los tratamientos tradicionales y se alinea con las investigaciones más recientes, que muestran que el ejercicio es efectivo tanto en la prevención como en el tratamiento de dolores crónicos y lesiones.

Este sistema asegura una recuperación que, aunque no tiene por qué ser más rápida, sí es más real y duradera. «Lo que conseguimos es que la persona que tiene altas probabilidades de volver a padecer dolor lumbar lo retrase en el tiempo y, cuando lo tenga, sea de menor intensidad. Además, le damos las herramientas necesarias para gestionarlo», concluye Martínez. Una evolución de técnicas que asegura que el paciente no solo mejore momentáneamente, sino que disponga de herramientas para manejar posibles recaídas y minimizar la intensidad del dolor en el futuro.

La efectividad de este enfoque también se extiende a pacientes que, por ejemplo, hayan sufrido un ictus. «La ciencia nos dice que cuanto antes empiece la terapia física basada en el ejercicio, más posibilidades hay de recuperarse mejor y más rápido», comenta Martínez. La implementación temprana de un programa de ejercicios específico contribuye a la mejora progresiva y a una recuperación más sólida, ofreciendo una mejor calidad de vida.