Santo Tirso, cuando la propia ciudad es el museo

Cuando hablamos de museos, acostumbramos a pensar en espacios cerrados de mayor o menos solemnidad, de mayor o menor modernidad. No es el caso del Museu Internacional de Escultura Contemporânea (MIECST) de la ciudad portuguesa de Santo Tirso, perteneciente al distrito de Oporto. El museo de Santo Tirso es, en realidad, la propia ciudad. Son sus parques, sus plazas, sus jardines y sus calles las que albergan 57 propuestas artísticas que conforman su patrimonio escultórico.

No obstante, tiene además el museo una sede física -obra de los arquitectos Álvaro Siza y Eduardo Souto- que alberga la sala de exposiciones temporales y el centro de acogida de visitantes.

Bajo esta singular y atractiva configuración, el Museo Internacional de Escultura Contemporánea de Santo Tirso se presenta como «una referencia en el panorama artístico internacional» y «una aventura sin límites para quién aceptar el desafío de su visita».

Entre las obras del museo, representativas de la diversidad de corrientes artísticas de nuestro tiempo en el ámbito de la escultura, figuran las de seis escultores españoles. Dos de ellos, gallegos: Manolo Paz y Fernando Casas.

El director del MIECST, Álvaro Moreira, destaca «la extensa colección del museo, con una participación internacional muy significativa, en la que están representados todos los continentes». De hecho solo 15 de los escultores presentes son portugueses.

También subraya Álvaro Moreira «la importante contribución que el museo supone para la oferta cultural de la ciudad, así como «la cualificación que supuso de su patrimonio arquitectónico y ambiental».

HISTORIA

El Museu Internacional de Escultura Contemporánea de Santo Tirso tuvo su origen en 1990 a raíz de una propuesta para la realización de un conjunto de simposios en torno a la escultura pública. En 1994 el ayuntamiento de Santo Tiro determinó la constitución del MIECST, que tiene por función «la organización de los simposios de escultura, asegurar el mantenimiento y conservación del acervo cultural, así como promover su divulgación e implementar un conjunto de actividades relacionadas con sus objetivos». El museo fue inaugurado formalmente en 1997 por el presidente de la República, Jorge Sampaio.

En palabras del director del MIECST, en el germen de la constitución del museo está la idea de «construir una propuesta artística integrada en Santo Tirso, que respetase la escala de la ciudad y que proporcionase una inversión en el patrimonio arquitectónico y en el conjunto de la realidad urbanística de la ciudad».

También se tuvo muy en cuenta, destaca Álvaro Moreira, el hecho de que pudiese ser recorrido «de forma autónoma, a pie, y que permitiese un contacto próximo con la ciudad y con todo lo que ella puede tener».

ESPACIO DE DIÁLOGO ARTÍSTICO

El Museu Internacional de Escultura Contemporânea está definido por el perímetro urbano de la ciudad de Santo Tirso, permitiendo una visita autónoma y libre que fortalece la relación entre las piezas y su entorno.

El MIECST cuenta en la actualidad con 57 esculturas, distribuidas en seis núcleos principales: parque D. Maria II y jardines adyacentes, praça do Município, parque dos Carvalhais, praça Camilo Castelo Branco, parque urbano de Rabada y parque urbano de Gião.

El museo pretende ser un espacio de diálogo entre las diversas corrientes artísticas contemporáneas y, fundamentalmente, de divulgación y debate de la escultura pública.

En ese sentido, se desarrolla como un espacio privilegiado de reflexión y como polo aglutinador de proyectos innovadores, aprovechando la singularidad de su naturaleza y de la relación privilegiada que las piezas que componen su acervo establecen con el espacio que ocupan, asumiéndose como un lugar plural de fuerte interacción entre los ciudadanos y el arte.

UN CAMBIO EN LA GEOGRAFÍA URBANA Y EN LA HUMANA

Durante sus primeros años, explica Álvaro Moreira, el museo fue ocupando espacios previamente disponibles de Santo Tirso. Pero como las piezas son todas hechas específicamente para cada espacio, «a partir de un determinado momento el museo fue creciendo codo con codo con el gabinete de planeamiento urbanístico de la ciudad y, por tanto, fue condicionando y contribuyendo al diseño de las nuevas zonas urbanas».

En este sentido, el director del MIECST considera que el museo «ha contribuido mucho a mudar la geografía de la ciudad. Pero también ha mudado su geografía humana. El contacto directo y permanente con la creación artística despertó, fomentó y desarrolló un interés por el arte y por la cultura en general, tanto de los residentes como de aquellos que nos visitan», señala.

SEIS ESCULTORES ESPAÑOLES

De entre sus 57 esculturas al aire libre, el MIECST cuenta con seis obras de artistas españoles. Dos de ellos son gallegos. El escultor cambadés Manolo Paz expone la obra Familia en la rúa Angelo Andrade. Y del artista nacido en Gondomar, Fernando Casas, se exhibe Água para Alberto, una pieza dedicada al fundador del museo, Alberto Carneiro.

Además de los dos artistas galegos, también forman parte del museo de Santo Tirso obras de Rafael Canogar, Miquel Navarro, Ernesto Knorr y Josep Maria Camí.

La presencia de artistas gallegos y españoles y la cercanía con nuestro territorio propicia que sean muchos los visitantes de Galicia que se acercan a disfrutar del museo. «Pero también del resto de España», añade su director. «Recibimos muchos universitarios que están cursando estudios relacionados con la arquitectura y las bellas artes. Nos llegan desde prácticamente todas las regiones españolas. Esta misma semana hemos recibido a alumnos de la facultad de Arquitectura de Valencia», comenta.

UN POLO DE ATRACCIÓN TURÍSTICA

Además de ser un referente internacional en el ámbito de la escultura al aire libre, el Museu Internacional de Escultura Contemporânea de Santo Tirso se ha convertido en un polo de atracción de turismo fundamental para la ciudad.

En este sentido, Álvaro Moreira destaca que el museo «contó con un impulso mayor a partir de la construcción de su sede y del centro de acogida de visitantes», que proporciona una programación continuada de exposiciones temporales y que, a su vez, es un proyecto arquitectónico de gran relevancia, ya que se trata de un proyecto de autoría entre Álvaro Siza Vieira (premio Prizker 1992) e Eduardo Souto Moura (premio Prizker 2011), que ya por sí mismo «constituye un valor artístico que genera muchas visitas».

EXPOSICIÓN TEMPORAL DE RÚRÍ

Además de las 57 esculturas al aire libre, en exposición permanente, la sede del MIECST acoge también exposiciones temporales de destacados artistas internacionales, como la de la islandesa Rúrí, que actualmente se puede visitar.

And Now What?, que así se titula la muestra, surgió a partir de la experiencia que Rúrí vivió al caminar por los bosques de Santo Tirso quemados por los incendios de 2022. Fue entonces cuando creó la obra Forest, una pieza de 80 metros cuadrados realizada con cenizas y otros restos de árboles quemados.

Con esta obra Rúrí quiere hacer una llamamiento acerca del impacto de la crisis climática y del aumento de la temperatura en los ecosistemas locales. Una temática, explica Álvaro Moreira «que estamos valorizando mucho desde el museo».

Cada una de las obras de esta exposición, que puede visitarse hasta el 25 de junio, ilustra de forma incisiva las preocupaciones profundamente enraizadas en la práctica artística de Rúrí. Aborda cuestiones como el calentamiento global y las consecuencias del aumento del nivel del mar, el incremento de los incendios forestales, o las desigualdades del acceso el agua potable.

Como el título de la exposición sugiere, la artista coloca ante el visitante la cuestión urgente de como la humanidad puede unirse en el futuro para vivir de forma más armoniosa con la naturaleza.