Qué hacer con el seguro de vida al cambiar de empleo
La continuidad no está garantizada cuando hay un cambio de empresa, por lo que es importante entender las implicaciones que se dan en este tipo de situaciones
Es demasiado frecuente el desconocimiento existente sobre los cambios que se producen en un seguro de vida, proporcionado por un empleador, en el momento en el que se pierde el empleo.
De forma general, este tipo de seguros se perciben como parte de un paquete de compensación, sin embargo, cuando por el motivo que sea se cambia de empresa, la continuidad no está garantizada. Es fundamental, por tanto, entender las implicaciones y opciones disponibles que sirvan para mantener una cobertura adecuada para el trabajador y su familia.
En un principio es necesario reconocer que los seguros de vida ofrecidos por los empleadores suelen diseñarse como beneficios colectivos. Esto significa que el empleador paga una prima, total o parcialmente, y el empleado forma parte de un grupo asegurado. Sin embargo, la cobertura suele estar vinculada al contrato laboral, por tanto, una vez finalizada la relación con la empresa, el seguro de vida también puede finalizar, dejando desprotegido al asegurado si no se toman las medidas adecuadas a tiempo.
Opciones para gestionar el seguro de vida al cambiar de trabajo
Estas son algunas opciones para aquellos que dejan un empleo y quieren seguir con el seguro de vida.
La portabilidad
En algunos casos es posible continuar con la misma póliza al asumir el pago completo de las primas. Esta opción es bastante útil si la nueva empresa no ofrece un beneficio similar o si se tienen condiciones de salud que dificultan la obtención de un nuevo seguro. No obstante, y como cabe suponer, las primas subirán la cuota porque se pierde el subsidio del empleador.
La conversión
Otra alternativa es convertir el seguro de vida grupal en una póliza individual, un proceso sencillo que no requiere un nuevo examen médico. Aquí las primas también elevan el precio, aunque permite mantener la cobertura de manera independiente y sin que importe si se presenta en el futuro un nuevo cambio de trabajo.
Un nuevo seguro de vida
Es lógico suponer que, si la nueva empresa ofrece un seguro de vida grupal, se permita incorporarse al nuevo plan. Sin embargo, es importante analizar si la cobertura es suficiente para las necesidades actuales del empleado. En cualquier caso, es una excelente oportunidad para comparar pólizas individuales y obtener una mejor cobertura en función de las circunstancias personales.
Considera los períodos de gracia
Se conoce bajo este nombre a un plazo, generalmente de 30 a 60 días, durante el cual es posible tomar decisiones sobre la portabilidad o conversión de la póliza sin perder la cobertura. Aprovechar este período para revisar las opciones disponibles ofrece tranquilidad y asegura que no se pierda la protección mientras tanto.
Planificación y asesoramiento
Cambiar de trabajo es habitual en estos tiempos, sin embargo, no tiene por qué significar perder el seguro de vida, en este sentido, el mejor consejo será que se planifique con la suficiente antelación. Antes de dejar el empleo, se deberán revisar los términos que figuran en la póliza y consultar con un asesor de seguros para determinar la opción más conveniente.
Es un momento ideal para complementar la cobertura del empleador con una póliza individual, que proporcionará mayor flexibilidad y protección adicional, sin importar los cambios en la trayectoria laboral.