RUBÉN VENTUREIRA LA ENTREVISTA La Mala Rodríguez, «rapera» sevillana que actúa esta noche en Punto 3 El periodista se sienta a los pies de una cama en la habitación 73, séptima planta, del Hotel España. En la cabecera, La Mala Rodríguez, «rapera» sevillana. Viste chándal y come un helado. Ha cenado mal. Son las doce de la noche y está promocionado su disco de debut. Es tarde, pero su lengua no duerme. Más que hablar, dispara palabras. «Soy una borde», reconoce al final de la entrevista. «O eso dicen las lenguas hijaputas», corrige después. Lo de «mala» se lo pusieron sus padres. «Es cariñoso», aclara.
14 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.La Mala rapea esta noche (22 horas) en Punto 3. No estará sola. «Vienen Chulito Camacho, un rapero de Madrid, y mi DJ, Makei, de Sevilla». La entrada cuesta 1.300 pesetas. -¿Desde cuándo escucha música rap? -Desde que me empezaron a pasar cintas. Flipé. Era niña. -¿Y a «rapear»? -A los 11 ó 12. -Y ahora tienes... -(Sonríe) Ahora tengo... 28. (Ha mentido La Mala, a la que se le atribuyen 21). -Ahora se ha traslado a vivir a Madrid. ¿Por qué? -Porque me ha dado la gana... (pausa de unos segundos) Allí está el estudio donde grabé el disco. La grabación fue muy larga, larguísima... -Sólo he escuchado una canción del disco, «Tengo un trato». Es original. -Hay canciones mejores. -¿Es un disco sólo de rap? -Es un disco de rap de una niña de Sevilla, igual que podría haber sido de una de Tokio o de una de México. -En la revista «Mondosonoro» la han puesto por las nubes. ¿La ha leído? -De esa entrevista sólo leí la letra negra (se refiere a sus declaraciones). El resto estaba escrito de una manera que, bueno, que mis colegas lo leen y no se enteran. ¡A ver si voy a tener que volver a tercero de BUP para entender a los críticos! ¿No se pueden decir las cosas claras? -¿Has actuado antes en Galicia? -En Lugo, con Jota Mayúscula (otro rapero). Hace meses, en fiestas. Después de cantar, flipamos. Comimos pulpo. -Canta en el nuevo disco de Raimundo Amador. ¿La reclamó él? -¿Que si me reclamó? (risas). Me llamó, sí. Y fui. Le molará mi rollo. Y a mí, desde luego, me gusta el suyo.