
Por el mítico local coruñés han pasado algunas de las grandes figuras del género Abrió sus puertas el 29 de diciembre de 1980. La movida triunfaba en Madrid y en A Coruña lo hacía el Filloa. Desde entonces, poco ha cambiado en un bar que defiende a muerte su esencia. «Sigue siendo como una cueva, sin formica ni cristal». Lo dice, detrás de la barra, Pedro Salgado. No lleva veinte años en el Filloa, pero casi. Es el único local de jazz de A Coruña y de los más antiguos de los que sobreviven en España. Por él han pasado músicos de la talla de Joe Henderson, Lou Bennett o Jorge Pardo.
30 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Le resulta imposible resumir los veinte años de historia de un local con alma de jazz, que levantaron a dúo Antonio Rodríguez y Alberto Mella. «Lo único que sé es que todo está como cuando empezó», comenta Pedro Salgado. «Como los genuinos bares de jazz -continúa-, esos pubs cutres en los que hay que bajar una escalera para llegar al mundo subterráneo». Situado en la Rúa Ciega, el Jazz Filloa abrió sus puertas justo después que otro de los míticos bares de la ciudad, el Patacón. Uno y otro se encargaron de dinamizar la vida social y nocturna de la zona. «Antes lo habitual era que la gente se pasase por el bar dos o tres veces cada noche. Al abrir otros locales, eso cambió», explica. Clientela fiel Sin embargo, el Filloa mantiene intacta su esencia. Quizá por eso, la clientela también le es fiel. «Sigue pasando la gente del principio. El ambiente es tranquilo, hay buena música y puedes hablar sin chillar», señala. Ayer festejaban su aniversario con una jam session acompañada de filloas. El local ha sido la referencia durante los escasos años en los que la ciudad organizó su propio festival de jazz. «Fue una pena que no continuase. Tenía éxito, pero es un tipo de música que no vende», explica. Allí tocaron algunos de los grandes del género. La lista pesa: Lou Bennett, Joe Farrel, Joe Henderson, Horacio Fumero o Jorge Pardo dieron conciertos. «Y muchos más músicos. Veinte años dan para mucho», señala el encargado. De la cueva han salido además figuras locales del jazz, como las bandas Clunia y Filloa Express. «Hubo épocas de dos actuaciones por semana y también temporadas de no venir casi nadie a pesar de cobrar a cien pesetas la entrada. Pero seguimos trayendo grupos», explica Pedro Salgado.