CARLOS FERNÁNDEZ HISTORIAS DE A CORUÑA El Club del Cine Amateur fue la cuna de este género en la ciudad La reciente muerte de José Ernesto Díaz Noriega ha recordado a muchos coruñeses los éxitos obtenidos en los años 60 y 70 por los miembros del Club de Cine Amateur de A Coruña, sociedad que polarizaba la afición a este tipo de cine en 8 y 16 milímetros, y que había tenido sus antecedentes en una sección de la Sociedad Fotográfica y en un grupo nucleado en torno a la Delegación Provincial de Organizaciones, que tenía su albergue en la calle Real, y en donde celebraban sus sesiones los viernes.
11 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Díaz Noriega, Camarero Cuervo, Jenaro Dalda, Santurio, Piedrahita y Marcelino Rodríguez Freijido son algunos de los nombres de la época de la Sociedad Fotográfica, integrada en Educación y Descanso, en cuyo seno comenzó a celebrarse en 1963 el Festival de Cine Amateur del Verano, que continuaría, a partir de 1965, con la Delegación Provincial de Organizaciones, ya en los salones de los Padres Dominicos de la Ciudad Vieja. En esta época se agregaron otros aficionados, como Francisco J. Valiente, Carlos Fernández, Lino Rodríguez Madero, Gabriel Domínguez, José Luis García Suárez, Miguel Guerrero o Francisco Tudela. El presidente del club era Luciano Ortuño. Mención aparte merecen los hermanos Docampo (Antonio, Carlos y José), que habían realizado con anterioridad la película profesional, en 16 milímetros, titulada El andamio, que constituirá un verdadero hito en el cine gallego, y que fue proyectada y galardonada en varios festivales. Filmada en blanco y negro, duraba 35 minutos y entre sus actores estaban José María Pujalte, Marisa Naya, José Luis F. Caramés y Enriqueta Lesta. Un centenar de socios Al sobrepasar la cifra de cien socios, el Club de Cine Amateur decidió independizarse y, contando con un local cedido gentilmente por la arquitecta Milagros Rey-Hombre, se instaló en el primer piso del número 7 de la calle Sánchez Bregua. La primera junta general tuvo lugar el 23 de marzo de 1968 y, a finales de 1969, se inauguraron las instalaciones, donde destacaba el salón de proyecciones, con capacidad para 50 personas, y proyectores de 8, super 8 y posibilidad de 16 milímetros. Tenía una sala de montaje y mezclas, y permitía la utilización de varios tomavistas donde podían ejercitarse los aficionados noveles. El presidente del nuevo club sería Francisco Dotras Lamberti, al que seguiría Lino Rodríguez Madero. Los festivales del verano, que pasaron a ser internacionales, continuaron celebrándose en el salón de cine de los Dominicos y, posteriormente, en la Cámara de Comercio. El primer festival, en 1963, fue ganado por el filme Non serviat, del catalán Felipe Sagués, a los que siguieron otros premiados como Juan Pruna (Nosotros y las manzanas), José Ernesto Díaz-Noriega (El cine amateur) o Jan y Bozena Beran (Máscaras).