Un hombre recrea la torre Eiffel con 7.000 palillos para entrar en el Guiness

Juan R. Gómez-Aller A CORUÑA

A CORUÑA

La estructura mide casi metro y medio y está expuesta en la Casa de la Cultura de Arteixo Pedro Romera edificará la Torre de Hércules con la misma técnica

05 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

La mismísima fragilidad de los sueños se esconde entre los casi siete mil palillos que componen la torre Eiffel de Pedro Romera. «Hace casi treinta años vi una en Madrid, mucho más pequeña que esta, y pensé en hacer algo así. Casi tres décadas después, en la Feria del Libro de este verano, encontré un modelo en cartón. Y me dije, ¿por qué no intentarlo?». Pedro Romera no partió de cero. Durante más de dos décadas, se había convertido en un consumado maquetista. Moldeando tablillas de parqué, cartulina y palillos redondos -«de los que se usan para los pinchos morunos», indica-, se hizo famoso entre sus vecinos de Arteixo por sus perfectos modelos de chalés, granjas y ranchos. Los palillos podían recrear una piscina, la caseta de un perro y hasta el mobiliario de una casa. Partir de cero Pero una cosa es no partir de cero, y otra que sea sencillo construir una torre Eiffel con 6.700 palillos planos. Levantar el metro con treinta y tres centímetros de torre no fue fácil. Los planos marcaron un camino que costó recorrer casi dos meses, durante diez horas al día. Entre el 29 de julio y el 27 de septiembre, el taller de Pedro Romera se transformó en laboratorio de un arquitecto de lo etéreo. Cuando sujeta su creación entre los dedos, parece que va a resquebrajarse en cualquier momento, como un castillo de naipes. Sin embargo, la unión de miles de palillos situados en el lugar preciso ofrece una resistencia increíble. «En la segunda planta he sentado a una niña de doce años, y nada, la torre ni se movía», explica Romera, con un brillo en los ojos de orgullo contenido. La cola de carpintero que usa para unir la madera y la física obran el «milagro». Galerías de la Marina Su torre, que ahora está expuesta en la Casa de la Cultura de Arteixo, tiene incluso ascensor y galerías. «Ahora tengo como proyecto futuro, construir con palillos las galerías de la Marina», explica. Sin embargo, no será su siguiente obra. Ya trabaja en la construcción de la Torre de Hércules, aunque su fama le ha llevado más allá. «Mapfre me ha encargado que haga para ellos el puente de San Francisco», asegura. En su taller almacena más de doce mil palillos, «porque se han dejado de vender en los supermercados de la zona, y me he tenido que ir hasta A Coruña para comprarlos. Así que aprovecho el viaje». A Romera le gustaría ver la torre en el Guiness, y asegura que dará los pasos que hagan falta para inscribir su relación en el libro de los récords. El camino será largo, pero ya se ha convertido en un maestro de levantar sueños con palillos.