El plan de rehabilitación de O Portiño choca con los mil chalés que levantará el Concello

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA

A CORUÑA

XOSÉ CASTRO

Los autores del proyecto aseguran que el terreno fue cedido al Ayuntamiento para erradicar el chabolismo Cinco familias recurrieron ya a Asuntos Sociales para abandonar el barrio

31 oct 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

«O Portiño ni se fundó, ni se creó, apareció. Querían apartar las chabolas de la ciudad y nos mandaron para allí». Así explicaba el presidente de la asociación de vecinos Campanario, Ramón Pérez, la formación de un barrio que ahora trae de cabeza al Concello y al grupo de trabajo Intradomus. Resulta que el paseo marítimo pasará por allí cerca y que el Ayuntamiento pretende construir 3.513 viviendas con una especie de ciudad jardín, de cerca de mil chalés. Este proyecto necesita para su desarrollo del terreno donde ahora se levantan las casas de O Portiño. Aunque el plan recoge que en los bloques de pisos tendrá que destinarse un 20% de suelo a viviendas de protección oficial, la idea choca con la defendida por Intradomus, que pretende rehabilitar las construcciones existentes para que las sigan ocupando sus actuales moradores. La organización, integrada por estudiantes, arquitectos, sociólogos, ingenieros abogados y educadores recibe el respaldo de la Oficina de Acción Solidaria, de la Universidade da Coruña y del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia. Casas de dos alturas Esta última institución prestó su sede coruñesa para que ayer se expusiera el proyecto elaborado por el grupo de trabajo. En él se defiende el levantamiento de casas de dos alturas con una distribución denominada uniforme entre medianeras. Esto permitiría alojar a las familias del barrio de Campanario, en su mayoría numerosas, que ahora viven hacinadas debido a las características de sus viviendas que, además, según una de las portavoces de Intradomus, «son un horno en verano y una nevera en invierno». En respuesta al plan parcial para la urbanización de O Portiño, los miembros del grupo recordaron al gobierno que el contrato de cesión de los terrenos al Concello, firmado en 1963 por Enrique Vilariño y Joaquín Moyano, deja claro que en la parcela sólo pueden levantarse viviendas destinadas a la erradicación del chabolismo. Mientras el debate se centra en qué hacer con las edificaciones del barrio de Campanario, algunos de sus habitantes ya han iniciado los preparativos para irse a vivir a otro lugar. La concejalía de Asuntos Sociales ha tramitado las solicitudes de cinco familias. La responsable del área, Mar Barcón, aseguraba que el plan de Intradomus es «bonito e interesante» y expresaba su deseo de «estudiar su viabilidad». Por su parte, el presidente de la agrupación vecinal, Ramón Pérez, dejaba claro que «los que tenemos una casa en O Portiño no nos vamos a ir por la cara».