Un perro burlón

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo A CORUÑA

A CORUÑA

JOSÉ TOMÁS

01 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

sería un buen título para la peripecia que el pasado lunes tuvo como protagonistas a una rottweiler y a siete miembros de la Policía Local y Protección Civil de Betanzos. El can, no demasiado apreciado por sus vecinos, malvive sólo en una vivienda abandonada, de la que le gusta asomarse por uno de sus desvencijados balcones para saludar efusivamente a todo el que se atreva a pasar por la calle. Harto de contemplar las mismas vistas, el lunes decidió darse un paseo por las calles betanceiras, donde fueron muchos los vecinos que hubiesen preferido no cruzarse en su camino. «É máis grande cun cachorro, ten un cor negro zahíno con pintas marróns. Morder non morde, pero ladrar...», explicaba uno que lo vio campar a sus anchas por el núcleo brigantino. Búsqueda Una vez alertadas las fuerzas del orden, siete personas se centraron en su búsqueda. «Recorrió todo el pueblo, estuvo en tantos lugares que parecía imposible», explicaba uno de los policías que participó en la operación captura . Por su parte, un miembro del equipo de Protección Civil comentaba: «A mín non me mordeu, pero sei que tiveron que correr moito para collelo porque ninguén era quen de capturalo». Fueron tres los intentos que realizaron para atrapar al perro con un lazo. Sin embargo, el can burlaba a sus perseguidores una y otra vez.Finalmente, no se sabe si por agotamiento o porque ya se había cansado de pasear por Betanzos, el rottweiler no pudo escapar de la cuerda y terminó en su vieja casa de siempre.