La muerte del jefe de Gobierno conmovió a todo el país. El Rey le concedió un ducado con grandeza de España
06 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Su asesinato en la madrileña puerta de Alcalá conmovió a España. Se llamaba Eduardo Dato y puede considerarse como uno de los grandes hombres de Gobierno de la monarquía de Alfonso XIII. Austero, inteligente, elegante en el gesto y en la palabra, sereno pero también enérgico en defensa de la ley y el orden. Había nacido en A Coruña el 12 de agosto de 1856, hijo de una alavesa y de un teniente coronel de Infantería, que, como todos los militares, cambiaba frecuentemente de residencia. Así, la familia se trasladó pronto a Madrid. Estudió Derecho en la Universidad Central. Después de trabajar en el bufete de Germán Gamazo, en 1877 se independizó y abrió el suyo propio, que pronto alcanzó gran fama. Su valedor Francisco Silvela le introdujo en el mundo de la política y en 1883 fue elegido diputado por el distrito de Muria de Paredes. Desde entonces, con la única excepción de la legislatura iniciada en 1886, Dato siempre ocupará un escaño en el Congreso, dentro de las filas del Partido Conservador. En 1892 ya es subsecretario de Gobernación y siete años más tarde desempeña esa cartera en un gabinete que presidió Silvela. Durante el gabinete Silvela-Maura fue ministro de Gracia y Justicia. En 1907 aceptó desempeñar la alcaldía de Madrid, cargo que llevaba anexo la dirección general de Seguridad. Congreso Más tarde fue nombrado presidente del Congreso de los Diputados. Fue, también, administrador del Banco Hipotecario de España, presidente del Instituto Nacional de Previsión, del Consejo de Instrucción Pública y de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Alcanzó el cénit de su carrera política cuando el 27 de octubre de 1913 fue encargado por el Rey de formar Gobierno. En mayo de 1915 fue confirmado como jefe del Partido Liberal-Conservador. Pocos meses después caía su primer Gobierno. Volvió a la presidencia en junio de 1917, en un momento político de especial tensión, que desembocó en una huelga general que originaría su dimisión, el 27 de octubre de ese año 17. Maura Meses más tarde, en 1918, volvió, pero como ministro de Estado en un Gobierno presidido por Maura. Es un gobierno corto que dejará paso a otros no menos breves. Finalmente, Dato retornó, en mayo de 1920, a la presidencia del Consejo de Ministros. El 8 de marzo de 1921, el presidente abandonó el Palacio del Senado, a cuya sesión había asistido, dirigiéndose en el coche oficial a su domicilio de la calle Lagasca. Cuando se encontraba frente al Retiro, tres activistas de la CNT, desde una moto con sidecar, dispararon varias ráfagas de ametralladora contra su coche, causándole la muerte. Fue inhumado en el Panteón de Hombres Ilustres y el Rey le concedió el ducado de Dato con grandeza de España.