Cronómetro | Nuria Reigosa González LICENCIADA EN DERECHO POR LA UNIVERSIDADE DA CORUÑA Junto a 25 compañeros de promoción, mañana recibe de manos del Rey el despacho en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid
30 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Punto final a siete años de estudio intensivo. Nuria Reigosa González (Pontevedra, 1972) es diplomática desde el pasado mes de noviembre. Con doce años, y tras vivir en Vilalba y San Sebastián, se asentó con su familia en A Coruña. Pero una profesión soñada la arrastró hasta Madrid, donde continuó sus estudios y ahora vive a la espera del que será el primero de una larga lista de destinos. -Tantos años hincando los codos... ¿pensó alguna vez en tirar la toalla? -Nunca. Para mí no era una opción. En la oposición, o abandonas al principio o vas hasta el final. Y eso que la media para aprobar este examen ronda los 6 años. - ¿Cuál es la función de un diplomático? -Representar a su país en el extranjero. Su labor es muy amplia y va desde promocionar la cultura, a repatriar un cadáver o solucionar la pérdida de un pasaporte. -¿Cuál será su primer destino? -Supongo que algún país de África o de Centroamérica. Los destinos se eligen en función del escalafón y en estos momentos Europa está imposible. -¿Cómo está el nivel diplomático de España? -La verdad es que somos muy pocos en relación con otros países. Deberían aumentar las plazas si tenemos en cuenta el peso que tiene y quiere tener España en el extranjero. -¿Qué es lo más dificil de su profesión? -Compatibilizar el trabajo con la familia. Afortunadamente, mi novio también es diplomático, pero está en El Salvador y en nuestros planes figura estar cerca, por lo menos en el mismo continente. -¿Hay muchas mujeres en el gremio? -Muchas menos que hombres. Lo que ocurre es que antes las mujeres íbamos de consortes y ahora somos las verdaderas diplomáticas.