Le pides que dibuje una casa y lo hace, pero añade un barquito. Navegar, Shakespeare (colecciona ediciones originales de sus obras) y las mates son las pasiones de este soltero de 52 años hijo de un juez y de una ama de casa. Se habría llamado Fermín de haber nacido un 7 de julio («ese nombre le gustaba a mi padre»), pero lo hizo un mes antes y fue bautizado como José María. En Málaga, una de las ciudades en las que ha ejercido, le llamaban don Barja, «porque se creían que mi apellido era un nombre», recuerda mientras se ajusta las gafas, que emplea «como pantalla de protección». En la charla, recurre a los chistes donde otros emplearían sesudas citas de clásicos. Asegura que sabe «mucho» de Napoleón, pero como personaje histórico acaba eligiendo a un matemático. Nacido en Mondoñedo, pasó la infancia en Pontedeume, estudió en Santiago, dio clases en Vigo y ahora quiere ser rector en A Coruña.