Los alumnos del instituto de Zalaeta realizan una ecoauditoría del barrio
A CORUÑA

El proyecto de Voz Natura pretende fomentar un uso racional de los recursos energéticos Los estudiantes revisan el consumo de agua, luz y gasóleo y proponen mejoras para reducir el gasto
12 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.?os alumnos y profesores del instituto Ramón Menéndez Pidal quieren testar la situación medioambiental que los rodea. Ese es el objetivo de su proyecto Voz Natura, incluido en el programa de educación medioambiental que promueve la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con el patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, la Diputación Provincial, Ence, Caixa Galicia y El Corte Inglés. Para ello, los estudiantes han dividido el trabajo en tres partes, a realizar en función de los cursos: analizar el centro, pasar revista al barrio y, en consecuencia, llevar a cabo alguna actuación directa sobre el medio ambiente. A los alumnos de tercero de secundaria les ha tocado examinar el instituto. Su trabajo consiste no sólo en conocer qué recursos energéticos se utilizan en la actividad cotidiana, sino cuánto se gasta y qué posibilidades de reducir el consumo existen. Para ello, el método de análisis se ha basado no sólo en la observación y la medición. Han realizado encuestas entre sus propios compañeros para conocer los hábitos de utilización de los recursos. De esta forma han podido concluir que se emplea más agua, luz y gasóleo de lo realmente necesario. Para tratar de racionalizar el consumo, sus propuestas incluyen desde la simple sensibilización hasta intervenciones más técnicas, como la instalación de sensores de presencia para que las lámparas se apaguen cuando los pasillos se encuentren vacíos. Para el fomento de un consumo responsable, sus mensajes son tan sencillos como darle al interruptor cada vez que se abandona un aula o ponerse ropa adecuada para que en las clases no coincidan ventana abierta, calefacción encendida y plumíferos puestos. También han examinado los residuos que se generan en el centro, desde el papel y las pilas hasta los derivados de la actividad de la cafetería y las aulas de tecnología e idéntico trabajo han llevado a cabo los alumnos de cuarto, pero con el barrio. Para ello, cada grupo de tres jóvenes se hizo cargo de dos calles. Ahora conocen sus equipamientos, zonas verdes, transporte, método de gestión de residuos e incluso algo de urbanismo. En visitas selectivas, hablaron con algunos residentes para saber también sobre la energía que se emplea en las viviendas.