
Cronómetro | Oswaldo Digón No deja de crear. Empezó como cuentacuentos y, con el bum de El Club de la Comedia, se metió a monologuista. Cree que el futuro está en el café-teatro
30 mar 2004 . Actualizado a las 07:00 h.?uenta que habla de historias cotidianas, de la infancia o de las situaciones que se dan en el trabajo. «Y de la pareja, que es lo que más vende», explica Oswaldo Digón, metido a monologuista y admirador de Luís Tosar. -¿De dónde viene la inspiración para los monólogos? -Te lo acabo de decir. -Vale. ¿Cuál es su historia estrella? -La de mi familia. Mi madre era una ninja con una técnica oriental muy desarrollada para lanzar la zapatilla y dar guantazos. -¿No se cansa el público de graciosillos como usted? -Intento darle al público lo que pide, porque es juez y parte en el espectáculo (Joaquín Sabina dixit). Y lo que pide es pasarlo bien. De todas formas, no me importa que me llamen graciosillo. -¿De dónde se saca el valor para subirse al escenario y contar la vida de uno? -Precisamente, del público. Te subes nervioso, claro, pero en cuanto ves un auditorio cómplice, que sabe escuchar y que responde, todo se olvida. -¿Qué es lo que más duele cuando se está actuando? -Que no te escuchen, que la gente siga a lo suyo mientras tú haces un relato. Eso, de todas formas, ha cambiado y ahora hay mucho respeto y atención. -El bum de El Club de la Comedia ayudó a monologuistas como usted. ¿Hacia dónde va ahora la tendencia? -Yo creo que hacia el café-teatro. Podrían ser dos tíos sobre el escenario con una conversación inteligente. Nosotros -Gari y yo- ya lo hacemos a veces. Nuestra próxima actuación con este sistema es el día 8 en El Escondite de Buñuel. -Dígame un actor que va de graciosillo. -De Los Serrano , todos menos Resines, Bonilla y algunas actrices. El peor me parece el chaval, que encima se papa a Elsa Pataki. -En el terreno personal, ¿ayuda en las relaciones ser un graciosillo? -¿Ligón? No. Digón, escrito con d. Oswaldo Digón.