HERCULÍNEAS | O |
16 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.EN UN CAPÍTULO de los Simpsons, los habitantes de Springfield participan con furor en el día del garrote, consistente en perseguir serpientes por todo el municipio y arrearles en la medida de lo posible. No sé si a garrotazos, pero sí estoy convencido de que en esta ciudad deberíamos de asestar golpes más duros de los que les estamos dando a las gaviotas. El plan de aves municipal y el cierre del vertedero han conseguido reducir mucho su número, y que abandonen zonas que han sido recuperadas por los pájaros originales, pero en A Coruña sigue habiendo casi 1.500 ejemplares que llenan de insomnio los barrios, de excrementos las calles y de microbios la ciudad entera. Este último es, precisamente, el argumento de muchos expertos en sanidad y veterinaria para defender medidas más duras (captura y sacrificio) de estas aves hasta que su número sea aceptable. San Sebastián ya lo propuso para acabar con un problema que afecta a media España. A Coruña debería plantear medidas más duras para afrontar la batalla definitiva a las gaviotas, actuando tanto sobre sus nidos (que es lo que se hace en la actualidad) como sobre los propios animales, y acabar de una vez con su superpoblación. juan.gomezaller@lavoz.es