En dos minutos | Virginia de Labra Suárez La dueña de O Lorcho defiende las ventajas de la histórica calle frente al Orzán y la Ciudad Vieja, y reclama que se aborde la pavimentación de la vía
31 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Virginia de Labra (Londres, 1976) no se afincó en la Barrera por casualidad. «Es una de las calles con mayor encanto de Galicia», sostiene. Ahora, quince meses después de fundar O Lorcho, que moldeó siguiendo el modelo de los míticos establecimientos de la zona, esta empresaria reclama para la histórica vía un nuevo protagonismo en la noche coruñesa. -En pocos sitios se ven tantos bares por metro cuadrado como aquí. -Sí, la Barrera es la única calle de España que, siendo tan corta, tiene tantos bares. Bueno, me parece que compartimos récord nacional con otra calle de San Sebastián, pero lo cierto es que en toda Galicia somos algo único. Y hay algo que nos diferencia de San Sebastián: aquí cada bar tiene su especialidad concreta, como el famoso cocodrilo de A Troula o el piroliño de O Corno. Nosotros, por ejemplo, somos uno de los únicos locales de la ciudad en los que se sirve queimada. Y cada sitio tiene sus propias particularidades: en O Corno puedes jugarte la copa a las cartas; aquí, en O Lorcho, o recitas en conjuro o no hay queimada. -¿Qué medidas reclaman los hosteleros para mejorar el atractivo de la calle? -Lo primero, que el Ayuntamiento pavimente la Barrera como ha hecho con los Olmos y la Galera. La obra la aprobaron en el año 2000, y desde entonces no hemos vuelto a saber nada. La verdad es que eso contribuiría mucho a mejorar la imagen de toda la vía y, con ello, ganaríamos afluencia de gente a los establecimientos. -¿Qué ventajas tiene la Barrera frente a las otras zonas clásicas de copas? -En primer lugar, es una zona mucho más barata que el Orzán o la Ciudad Vieja para salir, y con mejor oferta. Por otra parte, la Barrera ha sido capaz de fusionar establecimientos de corte tradicional como O Lorcho, A Troula, O Corno... con locales que están a la vanguardia de lo que hay en toda la ciudad, como es el caso del Canal Street. Es una calle que va con los tiempos y que oferta lo que la gente demanda, con una mezcla muy atractiva de clásicos y modernos.