Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

«León y Olvido» pasean A Coruña por la gran pantalla

R. Domínguez A CORUÑA

A CORUÑA

Reportaje | Localizaciones de la última obra de Xavier Bermúdez La película que narra la historia de dos gemelos tan diferentes se rodó casi íntegramente en la ciudad

11 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

ya no existe. Pero poco pudieron pensar sus propietarios que su imagen permanecería más allá del álbum de fotos familiar. Xavier Bermúdez la eligió para hogar de León y Olvido , los hermanos que protagonizan su última película, estrenada ayer en toda España. Como la casa baja del Campo de Marte, el guión fue escribiéndose «pensando en lugares concretos», explica el director y guionista. Así, al margen de la ciudad jardín de Monte Alto, en la producción se reconocen muchos otros lugares coruñeses. Durante cinco semanas y con una cámara de vídeo pequeña, una Mini-DV, la ciudad se convirtió casi en plató exclusivo. Iconos ya de A Coruña, en la gran pantalla aparece desde la calle Real hasta el paseo marítimo. El Orzán ha llegado ya, aunque todavía desconozcan que así se llama, a público tan variado como el de Estonia, República Checa, Atenas, Toulouse, Copenhague, Montreal, Holanda, Bélgica, Nueva York o Suecia, por citar sólo algunos de los festivales en los que ya se ha visionado la cinta. Pero hay más rincones y escenarios que figuran entre las localizaciones de la producción de Xamalú Films y El Paso. Olvido (Marta Larralde) trabaja primero en un taller de confección desde el que se ve la refinería; después, en una tienda de novias que, en realidad, es un conocido comercio de Riego de Agua. Y sale de copas por la Barrera. León (Guillem Jiménez) pasa de un internado (La Milagrosa) a estudiar en el instituto Ánxel Casal de Monte Alto, reconvertido en centro de educación especial para chicos con síndrome de Down, pasea por Riazor, se para ante el antiguo Cine París y también en el mercado de San Agustín. Los dos descubren al espectador los paisajes de Irixoa, con parada en el cuartel de la Guardia Civil, y también, la vista agreste de los acantilados del faro de Mera.