El terrorismo, la inmigración y la juventud volvieron a centrar la ofrenda a la Virgen del Rosario El alcalde incluyó la ejecución del puerto exterior entre las peticiones de la Función del Voto
08 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.?rancisco Vázquez solicitó ayer a la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, que quienes tienen responsabilidades de gobierno «sepamos actuar impregnados por la fuerza y el valor de las cuatro virtudes cardinales, unidas, en el caso de los cristianos, por la coherencia con nuestra fe». En plena polémica por el matrimonio homosexual, el alcalde coruñés cerró «como cristiano» su ofrenda en la Función del Voto, con la que la ciudad agradece la intercesión de la patrona ante el asedio inglés en 1589. Durante la ceremonia, oficiada por el arzobispo Julián Barrio, Vázquez se refirió a las similitudes con la ciudad hermana Cádiz, cuya alcaldesa, Teófila Martínez, también presidió la conmemoración en la iglesia de Santo Domingo. Precisamente para ambas urbes realizó el regidor su primera petición: «Que vean realizados todos sus proyectos y aspiraciones -señaló-, tanto los materiales, como puertos y puentes, como los comunitarios, que traigan empleo y solidaridad para todos sus habitantes», señaló. El máximo mandatario local no olvidó en sus rogativas a los mayores, para quienes reclamó apoyo frente al dolor y la soledad, y tampoco a los jóvenes. Junto a una adecuada instrucción de cara a garantizarles las mejores oportunidades laborales, Vázquez invocó a la Virgen para que el ejemplo de los mayores ayude a la juventud «a dar sentido y contenido a sus vidas, de acuerdo con principios y valores, sabiendo compaginar derechos con deberes». En un acto en el que se reunieron autoridades y representantes del tejido asociativo, el alcalde se refirió también a problemáticas actuales y reclamó especial sensibilidad frente a los inmigrantes: «Vienen por las mismas causas por las que aún ayer marcharon desde nuestras ciudades muchos de sus vecinos», recordó. El terrorismo, «que mata personas -dijo-, pero también mata libertades», fue otro de los argumentos de la ofrenda, frente al cual Vázquez solicitó que «la tolerancia sin exclusiones ni crispaciones presida la convivencia de nuestra única y común nación».