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Arteixo recupera el carro

Dolores Vázquez A CORUÑA

A CORUÑA

FOTOS: CÉSAR QUIAN

Reportaje | Feira Histórica 1900 Refajos, delantales, chalecos y boinas fueron el complemento elegido por las personas que se sumaron a la invitación al pasado que un año más hacen los arteixáns

15 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

No sonó Mi carro , ni por allí paseó Manolo Escobar, pero en Arteixo ayer fue, además de las monturas, el único medio de transporte que se vio en el recinto de la Feira Histórica 1900, centrada este año en el mundo del agro. Para muchos fue una escenografía, para otros una vuelta real al pasado. En una de las carpas se escenificó una malla. A tamaño reducido, pero como fue en otro tiempo. Al lado del hórreo de Juana de Amadeo, y con un carro lleno de trigo, un grupo de labregos utilizó sus galletas para depositarlo en una máquina que separaba la paja del trigo. La labor de las mujeres era recoger el grano, mientras los hombres realizaban una especie de palleiro , con el que, si la feria permaneciera más días, se alimentaría en invierno al ganado. También peneiraron el grano para dejarlo limpio y, como en toda malla que se precie, hubo descansos en los que los jornaleros -entre los que estaba el edil de Fiestas Andrés Gayoso- probaban una copita de caña. Esta operación fue posible gracias al trabajo de Manuel Varela Vázquez. Este vecino de Meicende adquirió en Arzúa la máquina, que funciona a gasolina y que ha tardado en restaurar dos años. «O valor dela é incalculable. Esta veu de Italia e é do 1904», explica orgulloso de la pieza, de la que se niega a dar el precio de compra, pero dice que le ofrecieron por ella «varios millóns (de pesetas)». Carruaje enxebre ?olviendo a los carros, el más cuidado era el de Escudería Sixeal, que tenía de madera hasta las vacas, que iba cerrado con un trabajo realizado en cestería y que portaba a San Isidro Labrador. Parecía la versión enxebre de un carruaje de lujo. ?unque, por originalidad y por relación calidad/precio, el mejor era el que trasladaban dos niñas de corta edad, vestidas con pañoletas y mandiles, y de luto pese a ser tan pequeñas. Era mini, la vaca de juguete y con una cuerda lo arrastraban a trompicones entre el numeroso público que se dejó ver ayer por la mañana por los puestos de la feria, situados en el paseo fluvial.