Entrevista | Jordi Vila Delclòs El artista cree que los dos personajes centrales de la obra de Cervantes son muy queridos y que Sancho Panza lo es aún más que el caballero andante
14 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Jordi Vilas Delclòs(Barcelona, 1966) presentó ayer la exposición organizada por Amaya Ediciones en colaboración con la biblioteca estatal Miguel González Garcés. La muestra, que ofrece al espectador 84 ilustraciones, permanecerá abierta en este centro hasta el próximo 20 de enero. -¿Cómo reaccionó cuando le dijeron que iba a ilustrar el Quijote, sabiendo que Dalí, por ejemplo, lo hizo? -Con gran sorpresa y alegría. Después me entró un pánico porque la lista de artistas ilustradores que hay para el Quijote es impresionante, gente a la que tengo mucho respeto. Tenía la preocupación de hacer algo original, para encontrar algo que sea propio. -¿Le sirvieron estas influencias? -No las rechacé. Tengo admiración por los maestros, como Gustavo Doré o Segrelles, que me aportaron una visión diferente, particular y no tan costumbrista de la obra. -Hábleme del proceso de creación. -Estuve un año documentándome. Leí dos veces el libro para buscar escenas de lo que iba a ilustrar. Fue todo un reto. El Quijote es muy rico y siempre sorprende porque tiene tantas visiones y matices. Me gusta trabajar desde el matiz y la sensación porque generan atmósfera. -Ha creado imágenes que no desvelan totalmente a los personajes, ¿por qué? -He buscado intencionadamente esta impresión para dejar libre al lector, para que pueda imaginar, sentir y acabar a su modo las imágenes y situaciones. -Antonio Mingote dijo: «He querido hacer a Don Quijote menos distraído y pintar un Sancho lejos del gordo ridículo». ¿Buscó también algo así? -No creo. Tienes que dibujar y crear los personajes a tu manera. Para mí el Quijote no está tan loco como lo pintan y Sancho Panza es una persona muy responsable y cercana. Cervantes lo crea para que don Quijote no tenga que hablar solo. Sancho es una persona más querida que el propio Quijote, aunque también tiene su pequeña locura. Los dos son muy ricos, con muchos matices. -¿Qué pretende con esta obra? -Pienso en el lector, básicamente. Cuando de pequeño leía un libro, siempre esperaba las ilustraciones. Era para mí tomar aire y seguir. Quiero ayudar, de alguna manera, a que tenga las imágenes mientras está leyendo. -¿Siempre quiso ser ilustrador? -No. Quería ser músico. De hecho lo fui. Aunque en mi familia todos son pintores, nunca intentaron marcarme. Había dos cosas que me gustaban, el arte y el acceso al material de dibujo. Fue mi padre el que me instruyó en esto, aunque me advirtió que iba a ser duro. Y de hecho lo es. -¿Qué técnica utilizó en este trabajo? -Pigmentos, polvo de color, sin goma arábiga. Es el color puro. Es limpio. Esta técnica me la enseñó un amigo pintor y yo la fui domesticando.