
El Juan Canalejo atendió alrededor de dos mil intoxicaciones a lo largo del 2005 Casi la cuarta parte de los casos críticos fueron de chicos de 16 y 17 años
25 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Con o sin botellón, pero en el 2005 el alcohol se dejó notar en algo más que en la suciedad ambiental de calles, plazas y parques o en la contaminación acústica de zonas residenciales. El servicio de Urgencias del Juan Canalejo atendió a lo largo del año pasado más de dos mil intoxicaciones por alcohol. Alrededor de doscientas de ellas, 207 exactamente, muy graves, y en muchachos de entre 14 y 23 años de edad. Tanto que se trató de jóvenes que entraron en el hospital en coma etílico, y precisaron asistencia crítica de emergencias, y, en la mayoría de los casos, hospitalización. Además, se ha podido comprobar que casi una cuarta parte de los comas etílicos afectaban a menores de edad. Concretamente los jóvenes de 16 años (con 19 casos) y 17 años (27 ingresos) formaron el grupo más afectado por este cuadro inicialmente transitorio, pero que puede dejar secuelas importantes, y, de hecho, pone en peligro su vida. Banalizar «No tienen por qué quedarles, necesariamente, daños, o muchos daños, pero corren un riesgo vital; de un coma etílico pueden morir», advierte Luis Ferrer, jefe de Salud Mental del complejo hospitalario coruñés y autor de la revisión de datos sobre un fenómeno que, en su opinión, «no debe banalizarse; hay que tomar conciencia y los padres deben de saber que esto no es sólo ocio y no pasa nada, porque a veces sí pasa», recalca. El volumen de jóvenes atendidos en la residencia sanitaria hace pensar, según los especialistas, en un fenómeno mucho más extendido, puesto que se supone que sólo requieren ayuda médica una mínima parte de los afectados por el consumo intensivo y masivo de alcohol. Y de los que la solicitan, o los que acaban del brazo de los amigos en la puerta de Urgencias, apenas un diez por ciento presenta un estado tan severo de intoxicación como para entrar en coma. En aumento Lo que sí se sabe ya, es que este tipo de cuadros relacionados con la ingesta de alcohol entre la juventud ha experimentado un notable incremento en los últimos años en la comarca coruñesa, ya que la estadística analizada recoge para el mismo tramo de edad, de 14 a 23 años, un total de dos mil comas etílicos en el Hospital Juan Canalejo desde 1992, lo que significaría una media anual de 140 casos, frente a los más de doscientos contabilizados durante el último año. El coma no parece más que la penúltima consecuencia de la generalización de unos hábitos sociales que, según señalan los expertos, se reflejan también en estudios que indican que el consumo de alcohol entre la juventud ha aumentado hasta un veinte por ciento en sólo una década, y que sitúan al conjunto de España como el segundo país del mundo en alcoholismo juvenil, sólo por detrás de Bulgaria. En encuestas recientes, los propios jóvenes se encargan de confirmar lo que se puede comprobar en las noche de movida: hasta el 43% de los chicos de entre 14 y 18 años reconocen sin pudor beber en exceso los fines de semana.