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El cierre de Aventura Park deja a varias familias sin fiesta de cumpleaños

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO

Algunos padres se enteraron pocas horas antes del convite, sin tiempo para buscar otro local El establecimiento de Los Rosales tiene desde el mes pasado un cartel que pone «cerrado por avería»

17 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El cierre «por avería» de Aventura Park desde finales del mes pasado dejó en la estacada a decenas de familias con niños que tenían contratada su fiesta de cumpleaños o de comunión en este parque infantil de Los Rosales. Algunas de ellas se enteraron en el último momento, a las pocas horas del convite, con todas las invitaciones repartidas y sin tiempo para buscar otro local o restaurante, según consta en varias denuncias presentadas en la oficina de Consumo. Una de las afectadas es Arancha Ortega, la madre de un niño que tenía previsto celebrar su comunión en el local el pasado día 4. Esta mujer recibió la llamada del responsable del establecimiento cuatro días antes de esa fecha. «Tuve muchísima suerte, pues logré encontrar otro lugar en el que celebrar la fiesta después de llamar a todos los restaurantes de la ciudad sin éxito», confesó esta madre, que además asegura que «jamás» olvidará «el disgusto y los problemas que le ocasionó la actitud del responsable de esta franquicia», pese a que le fue devuelta la fianza, según reconoció la afectada. Tuberías El motivo del cierre de Aventura Park está relacionado con una avería en las tuberías. Todo se debe a un fallo en los colectores, que semanas atrás provocó un incidente en el establecimiento al romperse un conducto de aguas fecales en el momento en el que había niños en el local. La denuncia de algunos padres de esos menores en el Ayuntamiento obligó al gobierno municipal a enviar una carta a los responsables de la franquicia exigiendo el rápido arreglo del problema, al tratarse de un asunto que afecta a la calidad higiénico-sanitaria del establecimiento, según fuentes de María Pita, que niegan en todo momento haber abierto un expediente por cierre. El propietario se vio en la obligación de clausurar el negocio, con todo lo que ello supone, tanto en pérdidas económicas como morales, pues el perjuicio a las familias que tenían contratado su fiesta en este parque infantil «es imposible de cuantificar», según uno de los afectados. El daño es mayúsculo, tanto para los perjudicados como para el dueño del parque, pues el establecimiento tenía contratadas numerosas fiestas en los próximos meses, con cumpleaños, comuniones, e incluso campamentos de verano.