Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Paquirrín, en Alvedro

Maruja Campoviejo redac@lavoz.es

A CORUÑA

25 feb 2008 . Actualizado a las 11:35 h.

Kiko Rivera

aterrizó ayer en Alvedro. El hijo de Isabel Pantoja llegó al aeropuerto de A Coruña a las 22 horas acompañado por una espectacular rubia. La presencia del famoso joven causó revuelo entre los usuarios del aeropuerto que observaban asombrados como el joven esquivaba a toda velocidad al fotógrafo y a los curiosos que salían a su paso. En el párking le estaban esperando tres amigos frente a un deportivo negro. Paquirrín saludó a sus compañeros de batalla de la noche madrileña y emprendió viaje a tierras lucenses, en donde le esperaba otro de sus grandes amigos para acudir a la inauguración de las instalaciones de Padel Lugo, un nuevo club deportivo en la capital de las murallas. La acompañante de Paquirrín resultó ser, para algunos, un argumento mucho más convincente que la presencia del famosete. Rubia, alta, guapa y luciendo un sensual tatuaje en su vientre, la presencia de la joven eclipsó el resto del espectáculo. Kiko Rivera disfrutará durante todo el fin de semana de los placeres gallegos. Una gran labor, en foto. La parroquia de San Francisco Javier, en la calle Monasterio de Bergondo, acogió ayer la exhibición de una colección de fotografías realizadas por Yolanda Ferrer en su visita a la región de Anantapur, una de las más pobres de la India. La sanidad y la educación eran casi inexistentes en esa zona desértica hasta la llegada de Vicente Ferrer, allá por 1969. Desde entonces, la fundación que lleva el nombre de este ex jesuita realiza allí una labor fundamental en favor de los más desfavorecidos. La fotógrafa visitó el centro de operaciones de la fundación en Anantapur el pasado año, y realizó un extenso reportaje fotográfico que ayer proyectó y comentó ante la atenta mirada de los presentes, mezcla de incredulidad y admiración: «Aquello es de verdad, aunque cueste creerlo», asegura Yolanda Ferrer, que dice haber vuelto de ese viaje «enamorada de Vicente Ferrer», al que define como «un hombre maravilloso, aunque muy mandón. Aquello funciona exactamente igual que una empresa donde él es el jefe». Seguramente sea este el único modo de conseguir que la que era una de las zonas más pobres del mundo tenga actualmente el índice de analfabetismo más bajo de la India.

El Orzán sigue mandando en lo referente al ocio nocturno de la ciudad. Basta con darse un paseo a ciertas horas por sus calles cualquier víspera de festivo para comprobar que hay zonas que no pasan de moda en lo que a marcha se refiere. Tanto es así, que hay que dar la bienvenida a un nuevo pub que abrió sus puertas el pasado jueves. Se llama Gravity, y su situación es, sencillamente, inmejorable: en la esquina de la calle Orzán con la plaza de Pontevedra. Vamos, que imposible perderse e imposible esquivarlo. Los responsables de esta nueva parada en la ruta del fin de semana son Luis Vilariño Rumbo y Jesús Nicolás Martínez Corral, que aprovecharon la apertura para invitar a los amigos más cercanos -y algunos que aprovecharon la ocasión y pasaron por allí- a la fiesta de inauguración. Quien se lo haya perdido, que no se preocupe: al fin y al cabo hoy es sábado, buen día para dejarse caer por allí. Por algo se llamará Gravity.

El alcalde, Javier Losada, dentro de la campaña de promoción de la Torre, ha entregado a numerosas personalidades que han pasado últimamente por la ciudad -entre ellas Woody Allen -una reproducción del faro en cerámica de Sargadelos. A partir de ahora habrá también otro en Croacia. O al menos en territorio croata. El embajador de este país en España, Filip Vucak, realizó una visita a la ciudad y fue recibido en la mañana de ayer en el Palacio de María Pita, donde el alcalde le entregó una de estas torres.