Lo que hoy se considera normal en el puerto coruñés, el atraque de un trasatlántico, en 1923 fue considerado extraordinario, pues era el primer buque de este tipo que atracaba a muelle. Ocurrió el 11 de agosto y el barco fue el Infanta Isabel , de la naviera Pinillos e Izquierdo, de Barcelona.
Gemelo del Príncipe de Asturias , había sido botado en 1912 en los astilleros Kingston, de Glasgow y era del tipo de cubierta de abrigo ligera y poseía la más alta clasificación del Lloyds Register. Tenía 16.500 toneladas de desplazamiento y 8.182 de registro bruto y 140 metros de eslora. Su propulsión consistía en dos máquinas alternativas gemelas, de cuádruple expansión, que desarrollaban una potencia de 8.000 caballos y que estaban equilibradas, según el sistema Yarrow Schlick para eliminar las vibraciones, equilibrándose las partes móviles de la máquina sin utilizar contrapesos. Podía transportar a unos 150 pasajeros de primera clase, 120 de segunda, 120 de tercera y 1.500 emigrantes.
Procedía el buque de América, con escalas en Pensacola (Florida), La Habana, Santa Cruz de Tenerife y Vigo. Traía a bordo 241 pasajeros, de los que desembarcaron en A Coruña 41, siendo los restantes para Gijón, Santander, Cádiz, Valencia y Barcelona. Aparte el pasaje, aquel primer crucero que hizo escala en los muelles de la ciudad coruñesa trajo también unas trescientas toneladas de madera que había cargado en Nueva Orleáns (Estados Unidos). El capitán de la embarcación era el señor Gardoqui y el consignatario Narciso Obanza.
El muelle de atraque fue el de la Palloza, que cuando se concibió, bajo la dirección del ingeniero director de Obras del Puerto Eduardo Vila, ya había sido concebido para este tipo de barcos. Al Infanta Isabel le quedaron aproximadamente dos metros de agua bajo la quilla, en la bajamar.
El buque entró en las primeras horas de la mañana de dicho día, conducido por el práctico José Osorio. Para despachar el pasaje se había habilitado en la Palloza un tingladillo que se utilizaba habitualmente para la limpieza de pescado. La descarga fue efectuada por las grúas 4 y 5 de la Junta de Obras del Puerto.
La noticia de la llegada del buque congregó a cientos de coruñeses para presenciar la maniobra de atraque y posterior desembarco de pasajeros y carga. Varias autoridades de la ciudad visitarían posteriormente el Infanta Isabel , siendo espléndidamente obsequiados. Antes de la medianoche, el buque partió desde A Coruña rumbo al puerto de Gijón.
Otros buques
El arribo del Infanta Isabel animaría a otras compañías para atracar a muelle firme, destacando las gestiones que se hicieron para conseguir la llegada de los buques de la Trasatlántica, como fue el Cristóbal Colón , construido en Ferrol y entregado a la casa armadora en 1923. Tenía 158 metros de eslora, 16.400 toneladas de desplazamiento y un grupo de turbinas con una potencia de 10.300 caballos, una velocidad de 16,5 nudos y una capacidad de pasaje de 1.100 personas, incluidos emigrantes.
El Cristóbal Colón hizo su primera escala en el puerto coruñés a finales de julio de 1926, procedente de La Habana, atracando en el muelle de la Palloza y desembarcando 540 inmigrantes que regresaban a Galicia, procedentes de Centroamérica. El 14 de marzo de 1927 atracó de nuevo, procedente de Nueva York y La Habana, así como el 8 de mayo del mismo año, continuando las escalas otros buques de la Trasatlántica. En las gestiones para traer estos buques había intervenido, entre otros, el general Ambrosio Feijoo.