Con la ilusión de un niño. A las cinco en punto de la tarde sacó una caja de pastillas igualita a la que utiliza mi suegra y se tomó la de color amarillo, una de las que le recetaron para solucionar un problemilla de vesícula. Desde su apoteósica actuación en el Colón no veía al genial Luis Piedrahíta , que está más delgado y, a pesar de que utiliza el pastillero típico de la gente mayor, está como un niño con zapatos nuevos porque mañana cumplirá una de sus sueños. «Es algo que siempre nos apeteció. Cuando éramos pequeños y Kiko, Román y yo caminábamos por la ciudad siempre pensábamos cuándo podríamos actuar en el Rosalía, y ahora, por fin, hemos puesto de acuerdo nuestras agendas para que se haga realidad», comenta el genial y polifacético coruñés. Sin trampa ni cartón es el título del espectáculo de magia que pondrá en escena a las 21.30 horas de mañana y, en una segunda función, a medianoche acompañado por los hermanos Kiko y Román García Pastur , con los que hace años descubrió el mundo de la magia en el patio del colegio Santa María del Mar. «Entonces no había frikis; si no, seríamos los primeros de A Coruña», comentan sonrientes. Kiko es uno de los grandes a nivel mundial en los juegos con cartas, y Román, aunque tiene otro trabajo, conserva toda su magia. Luis desempolva los recuerdos ante la atenta mirada de su novia, la argentina de Buenos Aires Ximena Feijoo , que lo observa y escucha con admiración y que confiesa que le gusta mucho la tierra de su novio. «La gente no puede olvidarse de sus sueños. Cuando nos hacemos mayores tendemos a dejar a un lado las cosas que nos hacían ilusión de más jóvenes», reflexiona Piedrahíta, que también tiene palabras de cariño para Ximena. «Sin ella no podría hacer nada». Dicen que no les gusta la estética clásica de los magos, los guantes blancos, la chistera, el frac, las palomas, el pañuelo... «Apostamos por una magia moderna. Mañana vamos a hacer lo que nos gustaría ver a nosotros sobre un escenario», resume Luis al lado del teatro donde dentro de pocas horas cumplirá, pese a su maltrecha vesícula, uno de sus sueños de niño coruñés. Escuela de boxeo. Me acerco hasta el centro penitenciario de Teixeiro, que dirige Antonio Vázquez , para contarles que la Asociación Española de Deporte para Todos, que preside el coruñés Eduardo Blanco , hizo efectiva la donación de material deportivo para la escuela de boxeo y el módulo de jóvenes. En el acto estuvieron presentes Ángel Castellanos , responsable del área de deporte en el centro, Manolo Planas y su hermano Chano , dos expertos en la materia pugilística, y Carlos Vilariño , un ex recluso que es el alma máter de la escuela, que desarrolla una gran labor.
Dos. Una que con motivo del día del Carmen finalizaron ayer un grupo de entusiastas voluntarios de la asociación Airiños da Torre, y otra que es probable que tengan que hacer el 19 de marzo del año que viene. «Nos pidió el párroco de San José, José Manuel Hermida Abad , si podíamos hacer una alfombra floral en el entorno de la iglesia para sacar al santo en procesión sobre ella», destaca Pilar Aradas , presidenta del colectivo cultural. La que presentaron en el mercado de Monte Alto tiene once metros de largo y tres de ancho y reproduce los escudos de la asociación y de Galicia, la bandera gallega y, por supuesto, la torre de Hércules. «Las ventanas están hechas de palitos de madera de caoba. Nosotros no hacemos cualquier cosa», destaca Pilar, que utilizó claveles y rosas de varios colores, lirios, margaritas y «flores de todas las clases», apunta.
Es un coruñés de la calle de la Merced que hace tres años dejó el atlántico para irse a vivir y pintar al Penedés, cerca del Mediterráneo. Tras más de un lustro sin exponer por esta tierra, Roberto Díaz presentó ayer sus últimos trabajos en el hotel NH Atlántico. «La mitad de los cuadros son paisajes y la otra reflejan escenas en pisos o cafeterías, de ahí el título genérico de la muestra, Interior/exterior », comenta el autor. Dice que su obra está dividida en dos partes: el susodicho mundo del paisaje y la figura femenina. En este último apartado tiene especial protagonismo su mujer, Belén, que, dice, aparece en el ochenta por ciento de los cuadros que pinta. «No hace un papel de musa. Ella también es artista y sabe lo que quiero y posa muy bien. Somos un equipo artístico, apunta Roberto, que expondrá en el hotel de los jardines de Méndez Núñez hasta el 17 de agosto.