Emmanuel Béart presenta una película sobre el tsunami de Tailandia en la Mostra de Venecia

Antonio Lafuente

A CORUÑA

31 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La actriz francesa Emmanuelle Béart protagoniza Vinyan , una de las primeras películas en introducir en su trama el trágico tsunami de Tailandia en el 2004 y que, dirigida por el belga Fabrice Du Welz, fue presentada ayer en el Festival de Venecia. La actriz, musa de Claude Lelouch, de Jaques Rivette e incluso de Brian de Palma, fue la presencia con más glamur de la jornada en el Lido, pero llegó para hablar en tono dramático de su nuevo filme, en el que se representa «el luto intolerable de todos: el de una madre que pierde a su hijo», resumió ante los medios.

Así, el tsunami que se llevó consigo casi 230.000 vidas hace cuatro años sirve como mero detonante del viaje personal de una pareja -el marido está interpretado por Rufus Sewell- que tiene que sobreponerse a la tragedia «en un contexto cultural totalmente diferente» y dentro de un acontecimiento de gran interés mediático.

«En Occidente tenemos una visión sucia, dramática de la muerte, mientras que en Oriente la entienden como una continuación de la vida», agregó Béart, quien trabaja con Fabrice Du Welz después de que, siendo miembro del jurado en el Festival de Cannes, se sintiera fascinada por su primera película. «Nunca había visto la soledad tan bien reflejada en una película y busqué al director para conocerlo». El siguiente paso fue ofrecerse para el siguiente proyecto y después llevar a cabo el rodaje de Vinyan -«almas errantes» en tailandés-, «que fue una experiencia físicamente dura, pero que tuvo un componente de unión mística con la naturaleza», aseguró.

Además, reconoció su química con Sewell: «Nuestros personajes toman caminos divergentes, pero nosotros tuvimos una relación verdaderamente unida». De Weltz, que reconoció influencias de Joseph Conrad para la realización del filme, aseguró también que «para esta película he intentado equilibrar fondo y forma para poder trascender con mi historia». Con una factura muy cuidada, con un plano secuencia técnicamente deslumbrante, la película acusa, en cambio, una indecisión en su temática, cabalgando entre el drama, el thriller y el cine de catástrofes sin abordar ninguno.