Bush recordó que «gracias al valor de las fuerzas armadas» no se ha producido un nuevo atentado en siete años
12 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Los candidatos presidenciales, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, dejaron ayer a un lado sus diferencias y visitaron juntos la zona cero de Nueva York para rendir homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001.
Ambos hicieron un alto en sus campañas, que suspendieron en señal de duelo por los casi 3.000 fallecidos en aquel trágico día de hace siete años. Ninguno de los dos bandos emitió anuncios por televisión ni lanzó mensajes contra su rival, en una tregua que duró tan solo 24 horas.
Antes de acudir al Bajo Manhattan, McCain hizo escala en Shanksville, Pensilvania, donde se estrelló uno de los aviones secuestrados muriendo 40 personas, donde declaró brevemente que los fallecidos arriesgaron sus vidas por salvar muchas otras, entre ellas, la suya, pues se cree que el avión se dirigía contra el Capitolio. El senador por Arizona afirmó que la única forma de honrar su memoria es «ser tan buen estadounidenses como lo fueron ellos».
Por su parte, Obama elogió en un comunicado la memoria de las víctimas y aprovechó para lanzar un dardo contra el presidente George W. Bush. «Recordemos que los terroristas responsables del 11-S siguen todavía libres, y deben ser llevados ante la justicia». Obama aprovechó su visita a Nueva York para almorzar en Harlem con el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, quien anunció que se unirá a su campaña en la recta final.
Por la noche, el demócrata y el republicano participaron en un foro en la Universidad de Columbia. Durante el día, como es habitual, emotivas ceremonias de recuerdo se celebraron a lo largo y ancho del país, en las que los familiares no pudieron contener la emoción.
Minutos de silencio
El acto central tuvo lugar en la zona cero , donde se leyeron los nombres de las 2.751 víctimas que murieron en las Torres Gemelas.
Cuatro minutos de silencio fijaron el ritmo del evento, dos para marcar el momento en que se estrellaron los aviones y otros dos para el momento en que se derrumbaron . El alcalde de Nueva York, Donald Rumsfeld, dijo: «Un día como hoy hace siete años nuestro mundo quedó roto».
En Washington, el presidente Bush y su esposa, Laura, junto al vicepresidente, Dick Cheney, y su mujer, guardaron un minuto de silencio en los jardines de la Casa Blanca. El mandatario se trasladó después al Pentágono -donde murieron 184 personas al estrellarse el cuarto avión secuestrado- e inauguró el nuevo memorial en honor de las víctimas. Desde allí recordó que «gracias al valor de las fuerzas armadas del país» no se ha vuelto a producir un nuevo ataque terrorista.