La idea inicial era hacer un calendario de la agrupación folclórica Ximiela, de Muros, destinado a recaudar fondos para costear sus actividades. Eso le dijeron al fotógrafo Suso Xogaina. El resultado final ha sido un libro de 300 páginas que lleva por título A indumentaria tradicional galega. O traxe de Muros y, según sus promotores, «magníficamente editado» por la Diputación provincial coruñesa, en cuya sede tuvo lugar ayer la presentación de la obra.
Clodio González Pérez es el autor de la investigación y los textos de este volumen que, según recordó también el presidente del organismo provincial, no se trata de un trabajo estrictamente sobre el traje en la zona de Muros, sino que hay referencias a toda Galicia. En este sentido, el autor del texto documenta el momento en el que el traje tradicional gallego empieza a considerarse como tal: «Isto ocorre en 1883 cando Perfecto Feijoo, que era un señorito de bombín, viste o traxe galego e vai cun coro a Marín para darlle un concerto a Montero Ríos». De todos modos, sostiene que hasta el año 1920 está documentado el uso de los que ahora se conocen como trajes tradicionales para la vida cotidiana.
Betanzos, el más destacado
Este investigador recordó que el museo del traje de Betanzos es uno de los más importantes «e houbo un proxecto para facer ahí o museo do traxe de Galicia, pero non foi adiante». En este libro aparecen algunos trajes tradicionales de la comarca de As Mariñas.
En la presentación, González Pérez relató que fue la moda llegada desde París, con los pantalones largos, la que, además de generar un largo debate, dio lugar al tipo de vestimenta actual, relegando la indumentaria tradicional gallega. En dicho debate entraron destacadas personalidades del momento, como Rosalía de Castro, Manuel Murguía o Emilia Pardo Bazán, que lamentaban la desaparición de la vestimenta gallega «aínda que eles tampouco a utilizaban», apuntó Clodio González.
Suso Xogaina destacó los numerosos trajes con que cuenta Ximiela y los que siguen confeccionando con sumo cuidado. Detalló asimismo que todos los que aparecen en el libro son miembros de dicha agrupación folclórica, fundada hace ahora veinte años en el seno de la asociación de padres de alumnos del colegio público de Louro.
Un total de 80 personas participaron, según recordó Xogaina, en la cuidadosa preparación del trabajo fotográfico, que en un primer momento pensaron hacer al aire libre, pero luego optaron por el interior.
La presidenta de Ximiela puso el broche a la presentación al comentar que su hija se había casado hacía unos días usando precisamente uno de estos trajes de gala.