Continúa el malestar entre los vecinos por los retrasos en las obras de O Temple
09 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.«Teniendo en cuenta la distancia recorrida y el tiempo que llevan trabajando, las obras avanzan veinte centímetros al día». Puede parecer exagerado, pero Gerardo, un vecino de la Cuesta de la Tapia, en O Temple, ha calculado que durante los últimos dos meses las obras han avanzado esa media: «Hay gente que se pregunta cuando acabarán. No lo sabemos, pero a este ritmo la cosa parece que va para largo». Mientras tanto, el carril de subida de la Cuesta de la Tapia continúa cortado y los vecinos de la zona tienen que tomar un largo desvío hasta la glorieta de O Graxal.
De la misma opinión es la propietaria de una restaurante ubicado en la calle Polígono: «Es indignante, llevamos más de dos meses con la calle cortada. Normalmente hay cinco obreros, uno trabajando y los otros cuatro mirando». Esta mujer asegura que «estamos contentos con la acera que han hecho frente a nuestro negocio, pero la calle se ha convertido en un barrizal, los clientes entran con los zapatos llenos de barro...». Su marido incide sobre esta cuestión y en la falta de aparcamiento: «La gente no puede cruzar la calle y de lunes a viernes no hay sitio para aparcar, por dos razones, con la ampliación de las aceras hay menos plazas y, por otro lado, más de cuarenta funcionarios aparcan aquí sus coches todos los días, porque el autobús que los lleva a Santiago para aquí. El resultado es que, durante la semana es imposible aparcar en esta calle». Este hombre asegura haber pedido una solución al Concello, pero no ha recibido ninguna contestación, mientras tanto dice que «entre la crisis y las obras, lo cierto es que los negocios de la zona nos estamos hundiendo».
Hace más de tres meses, el Partido Popular de Cambre criticó al gobierno local por asegurar que las obras de O Temple no perjudicarían a los vecinos y que las obras finalizarían antes de un mes: «Es una tomadura de pelo que el alcalde diga que la Cuesta de la Tapia va a estar cortada durante un mes, sino que únicamente se desviará su tráfico por otras calles durante unas semanas». Estas declaraciones fueron realizadas por Nicolás Cubeiro, presidente del PP de Cambre una semana después de que un escape de gas en la calle Oleoducto, causado por una retroexcavadora durante la instalación de la nueva red de saneamiento, provocase la alarma entre los vecinos: «No era la primera vez, antes, otro obligó a desalojar todo un edificio. Nos dice que ahora los trabajos van más lentos porque tiene miedo de volver a romper una canalización de gas». Otro vecino asiente, pero puntualiza que «con los adelantos y las máquinas de hoy cuesta creer que tengan que hacerlo, prácticamente, a mano».
Como causa de los retrasos se alega la profundidad de las excavaciones, en alguna zona de más de seis metros, y la falta de planos fiables de las canalizaciones de gas.