La junta de gobierno selló ayer la aprobación de las nuevas tarifas que se aplicarán en el transporte público a partir del 1 de enero del 2009. Así, el precio del billete sencillo del autobús urbano pasará a costar 1,06 céntimos. Ello supone un incremento de seis céntimos (diez pesetas) sobre la tarifa anterior.
Ese incremento -que supone casi el doble de la previsión del IPC hecha por el gobierno- es el resultado de la aplicación de una fórmula polinómica en la que los dos principales valores de referencia son el precio del combustible y los salarios de la plantilla de conductores.
La buena noticia para los usuarios del transporte público pasa por la congelación del precio del billete para los usuarios de la tarjeta de transporte, que no subirá el próximo ejercicio, ya que el Ayuntamiento asumirá el pago de la diferencia de tarifa para estos usuarios, que son más de 15,5 millones y representan el 70 por ciento de viajeros del transporte de pasajeros por parte de la Compañía de Tranvías.
Así, el gobierno local, según confirmó el edil de Transporte, José Nogueira, mantendrá el precio del viaje con bonobús en 0,64 euros, mientras que las tarifas sociales de estudiantes (0,25) y parados y jubilados (0,20) tampoco experimentarán modificación alguna con respecto al 2008.
El organismo municipal también aprobó la revisión de las tarifas del taxi para el año 2009, en aplicación del IPC. Así, la tarifa aplicable para los días laborables será de 1,34 euros por bajada de bandera, 0,88 euros por cada kilómetro recorrido y 3,58 de cuantía mínima, mientras que la tarifa para fines de semana, festivos y horario nocturno será de 1,63 euros por bajada de bandera; 1,05 por kilómetro recorrido, y 3,97 de cuantía mínima. Ello supone un incremento de 29 céntimos en la carrera mínima, muy por encima también del IPC.
En el momento de la negociación de las tarifas, pese a la oposición inicial del Ayuntamiento, las dos asociaciones sectoriales defendieron la necesidad de aplicar el aumento para compensar el incremento del combustible en el año 2008.
El alcalde recordó ayer además que el Ayuntamiento «estudia la posible ampliación del carril bus a otros puntos de la ciudad, aunque estamos evaluando aún las consecuencias en el tráfico y las mejores soluciones tanto para el transporte público como en el privado». El regidor indicó en Radio Voz que los tres primeros meses de experiencia del carril específico para el transporte público en la zona centro «han propiciado un incremento de más del 4% en el número de usuarios, además de beneficiar al resto de las líneas con una reducción de los tiempos de duración de las rutas, que se traduce en el incremento de las frecuencias y la mejora del servicio». Vecinos de Mesoiro se reunirán el lunes con el gerente de la Compañía de Tranvías, José Prada, y con el concejal de Transporte para analizar posibles soluciones a la frecuencia y la ruta de la línea 21, que enlaza Novo Mesoiro con la Casa del Mar. Una vecina denunció ayer en Radio Voz, que «aunque se nos dice que la frecuencia media de paso de este autobús es de veinte minutos, lo cierto es que muchas veces roza los cincuenta o incluso más.».