De la polémica del estriptís a los asaltos y el «mínimo» tráfico de drogas en Penamoa

La Voz

A CORUÑA

04 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En el 2008 Vanessa Rivas y Yolanda Paz saltaron a los diarios por desnudarse en una performance en la Escuela de Arquitectura sobre la que corrieron ríos de tinta. Ellas declararon: «No somos exhibicionistas». Y el director del centro, Casabella, no solo dijo que «el espectáculo fue más barato que los pinchos que se sirvieron», sino que quitó hierro apostando por repetir este año «pero con hombres».

Al margen de polémicas, el 2008 sacudió la comarca con la oleada de atracos que llevaron a una de sus víctimas, la diseñadora Kina Fernández, a declarar: «Me siento más segura en el metro de París que en Oleiros». Fue también el año de la polémica sobre el olor y el sabor del agua, y el de las peleas en torno al Orzán, y el del principio del fin de Penamoa, a pesar de que, según Pedro Rial, director del plan especial para el poblado, en la zona «hay un mínimo nivel de tráfico de drogas». Comenzó también la implantación del carril bus sin «instrucción alguna de correr más», según José Prada, el gerente de Tranvías.

El año de la crisis dejó también testimonios de víctimas, como Virginia Peteiro, adjudicataria del Mesón da Auga que no logra la concesión de una hipoteca: «En cuatro años solo pude entrar en mi casa media hora», dijo poniendo voz a la situación de muchos otros afectados.

Hubo espacio además para disquisiciones sobre urbanismo. Por ejemplo, Carlos Negreira acusó al gobierno local de querer convertir As Xubias «en el nuevo Benidorm»; Alejandro Zaera, arquitecto encargado de remodelar la plaza de María Pita, aseguró: «No me gustan las terrazas»; y Joan Busquets, responsable del PGOM, valoró que «el tranvía actual es como la bicicleta de mi abuelo».