Más de cinco años después de proyectarse las obras de supresión de varios pasos a nivel en el Concello de Curtis, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias da por concluidas dichas obras, con lo que pretende ahora sellar la recepción con el ayuntamiento. Pero el regidor de Curtis, empujado por la mayoría de los vecinos, no da por buenas unas actuaciones que el Adif ya considera rematadas.
«Fueron los propios vecinos quienes en agosto pasado me trasladaron una serie de demandas al ver cómo se estaban ejecutando las obras», señaló el alcalde de Curtis, Javier Caínzos. Después de llevar el asunto a un pleno municipal, Caínzos comunicó las demandas al Adif en el mismo mes de enero, pero la comunicación no ha surtido efecto.
Las principales quejas surgen con el paso que une el núcleo de Curtis con la aldea de Bodeus. Los vecinos critican la falta de iluminación y de vallas. La zona peatonal se eleva unos seis metros de altura con un ancho de apenas 80 centímetros y sin valla de seguridad lateral. «Nadie se está inventando nada, en Galicia hay una normativa de barreras arquitectónicas», explica el regidor de Curtis, que ayer volvió a reunirse con los vecinos. Además, reclaman un paso subterráneo a trescientos metros de la obra principal, para el ganado y la maquinaria agrícola, que evite el paso de ambos por el casco urbano.
Lo mismo ocurre en el paso que une A Pena y O Fieital, donde estaba comprometido habilitar un paso peatonal y otro de ganado (para evitar el paso por la carretera provincial). «Incluso los vecinos habían cedido terreno para eso», apuntó Caínzos, quien también se queja del estado del paso de A Rabuña. «Está conectado con un auténtico lodazal, lo que imposibilita pasar por la zona», aclara el alcalde.
Respuesta del Adif
A finales de diciembre, fue el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias quien se puso en comunicación con el Ayuntamiento para firmar el acta de entrega sin haber incluido previamente ninguna de las mejoras reclamadas «y pactadas ya en contrato». «Y encima en el acta de entrega subraya que si no se recepcionan las obras por parte del Ayuntamiento, el propio Concello podría ser responsable de una hipotética desgracia», indica el regidor.
Así las cosas, la polémica de los pasos elevados volverá a pasar por el pleno y posteriormente remitido al Adif.