El centro-almacén de El Corte Inglés en Altamira ha levantado varias leyendas urbanas con respecto a los lindes entre Cambre y Carral. Hace años se hablaba de que esa línea imaginaria dividía la nave por la mitad. Incluso el alcalde de Cambre recuerda que, hace varios años, el regidor de Carral reclamaba para sí la ubicación de la nave «por el asunto de los impuestos». Pero no, la recaudación impositiva de este centro engorda las arcas del Ayuntamiento de Cambre. No obstante, dicha recaudación podría cambiar de destino ya que están pendientes de hacerse los deslindes entre ambos concellos. Algunos trabajadores de El Corte Inglés creen que el verdadero linde no pasa por el medio de la nave sino por la caseta de seguridad, junto a las plazas de aparcamiento.
En todos los ayuntamientos de la comarca hay varias naves y, sobre todo fincas, situadas entre dos municipios.