El actor canadiense William Shatner, el popular Capitán Kirk de la legendaria nave estelar Enterprise de la serie de Star Trek , cuenta en el libro Star Trek. Las películas jugosas anécdotas de estas, cómo se convirtió en una estrella e incluso cómo vendía a los fans objetos del rodaje firmados por él.
Publicado por la editorial Alberto Santos Editor, el libro arranca explicando de qué modo se convirtió en una auténtica estrella, primero en Estados Unidos y luego en el resto del mundo, a raíz del éxito de la serie televisiva que posteriormente se convirtió en otra saga de largometrajes.
«La NASA llegó a organizar una recepción en su honor, como si fuera un auténtico héroe de la carrera espacial, junto a astronautas de verdad y técnicos especializados de la agencia norteamericana, fascinados por el comandante encargado de dirigir a la tripulación destinada a recorrer el espacio, la última frontera», explicó el editor del volumen, Alberto Santos.
Sin embargo, no todo fueron éxitos y homenajes. El propio William Shatner, ayudado por el escritor Chris Kreski, reconoce en este libro que sus papeles cinematográficos, más allá de las entregas de la serie Star Trek, fueron pocos y «simplemente deplorables», pese a que en los últimos años ha cosechado algunos galardones televisivos por su intervención en la serie Boston Legal .
Éxito y frustración
El actor relata la frustración que sufrió durante muchos años por no poder escapar al éxito del Capitán Kirk. Alberto Santos recuerda el comentario malicioso de una actriz con la que compartía rodaje y que, tras sufrir Shatner un accidente en el plató, le recomendó que tuviera más cuidado: «A tu edad, podías haberte roto la cadera en esa caída».
Además el actor reconoce que, al igual que otros compañeros de la serie, no supo administrar los beneficios económicos obtenidos, hasta el punto de que para completar sus ingresos cuando se terminaba una película recogía todos los materiales originales que podía (cartelería, metraje extra, complementos para los uniformes) para posteriormente venderlos firmados a sus admiradores en las convenciones de aficionados a las historias de ciencia ficción.