«Cuando pide una cosa hay que atenderlo», dice Vicente Pérez , uno de los responsables de la empresa Mudanzas Riazor-Marineda y cuidador de un camión de la marca Pegaso que acaba de cumplir 40 años y que sigue en activo como el primer día. Habla de esta pieza de museo con ruedas como si fuese un hijo. «Se le tiene cariño, nunca me dejó tirado. Ahora todo es electrónica, pero a este, -señala el capó-, lo abro y entiendo todo», comenta sonriente. Son las cuatro y media de la tarde del caluroso jueves de esta semana y el camión con matrícula C 71834 está aparcado en Concepción Arenal, enfrente de la Jefatura de Tráfico con los portones traseros abiertos y cargado de muebles y objetos para una vivienda de esta calle. Fue matriculado en mayo de 1969, con lo que hizo mudanzas en la época de Franco, en la transición y en toda la etapa democrática. Dos motores. Gran parte del tapizado de la cabina es el original y el motor actual es el segundo en cuatro décadas. El propietario me cuenta que el chasis vino de Madrid y que la carrocería se montó en Ourense. Debió de ser una buena generación de vehículos porque también conservan otro similar de 36 años. «Una vez un cliente nos pidió que le enviásemos este camión para hacer la mudanza de su casa», recuerda Vicente mientras busca en la carpeta en la que guarda la documentación del histórico camión el papel que acredita que hace una semana pasó la ITV. «Ves, -me pide que lea el papel-, está perfecto. Sin un fallo», presume. Por un momento tengo la sensación de que hasta se emociona cuando habla de su hijo-camión. No es para menos. Por el momento, no piensa mudar de camión. Bodas de plata de un club. El entrañable equipo de veteranos del Atlético San Pedro, de la localidad oleirense de San Pedro de Nos, celebró el viernes su 25 aniversario en el pazo de A Carballeira con la presentación de un libro que recoge la historia del club desde 1984. Es mucho más joven que el camión. «Lo más importante de estos 25 años es la unión que hubo siempre desde la fundación. Más que los resultados buscamos la unidad», resalta Cándido Pol , autor del libro con la ayuda del maquetador Agustín López . A la puesta de largo de la publicación invitaron a todos los fundadores y a las tres viudas de los que fallecieron. La fiesta continuó con una cena fría en la que compartieron anécdotas de este deportivo cuarto de siglo. «Fuimos el primer equipo de veteranos que tuvo un hombre de color en su filas. Fue en el año de la fundación. Había venido de Cabo Verde para las obras de la Autopista del Atlántico», recuerda Pol. Medio siglo. Durante los últimos 50 años fueron fieles al Club del Mar. Cuando pagaron la primera cuota la sociedad era muy distinta a la actual y en la ciudad ni siquiera circulaba el camión de mudanzas de Marineda. Ahí tienen a los socios que recibieron de manos del presidente del club, Manuel Lugrís Rodríguez , la insignia de oro de honor por su medio siglo de antigüedad. Se trata de Carmen Rodríguez Cruz, Margarita Aneiros García, Enrique Fernández Calviño, Alberto Gil Gil, Francisco Ramos Otero, José María Otero Trasancos, Antonio Cortés Fernández, Francisco González Prado, Antonio Gil Blas, Fernando Ares Bermúdez y Luis Pardo Segade .