La imaginación monta el belén

A CORUÑA

El concurso navideño reúne en la Casa de la Cultura Salvador de Madariaga, en Durán Loriga, 55 creaciones originales que se exhibirán al público desde el día 11

08 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Quién se lo iba a decir, pero Baltasar se ha vuelto verde pepinillo y el Niño Jesús, ¡¡patatita!!, no reposa sobre un lecho de heno, sino sobre una cebolla. La estrella de Navidad no ha perdido el norte, pero se ha vuelto de un sospechoso color naranja zanahoria. Será para acompañar al par de puerros y el puñado de judías que completan el más fresco de los belenes que estos días se instalan en la Casa de la Cultura, en Durán Loriga. No se sabe si tan hortícola composición mantendrá sus propiedades durante la exposición, pero desde luego no dejará impasible al jurado del concurso impulsado por Caixanova. La elección será entre 55 ejemplos de creatividad que -?a las verduras hay que remitirse- demuestran que la economía de recursos es posible cuando no falta imaginación.

El día 11 se abrirá al público tan peculiar muestra, en la que los visitantes podrán ver que el portal de Navidad es cosa de manitas miniaturistas en unos casos, en otras capaces de convertir la concha de un mejillón en la capa de Melchor o una nuez en una ovejita, o transformar piñas en cualquiera de los personajes del portal. La plastilina, el barro, las cajas de zapatos, las pinzas de la ropa, las cañas de bambú... adoptan casi cualquier forma posible en algunos de los trabajos y compiten en habilidad con creaciones en las que reciclando cables, circuitos y componentes electrónicos se reencarnan en María, San José y el niño. Cuando no una simple malla de aluminio.

En esta modalidad de customización, hay quien se decidió por modernizar el portal, con casas de un pueblo costero; quien hizo de una barca un pesebre; y quien trasladó Galicia a Belén, con su torre de Hércules, su la muralla lucense, As Burgas de Ourense y el puente romano de Pontevedra. Hay portales casi conceptuales, minimalistas y otros preciosistas hasta en el más mínimo de los detalles. Y los hay también con intención, como el que retrata un doble nacimiento, el de Jesús y el de un niño indigente, con Belén Rueda llena de cristales de Swarovski y un hombre con chistera de la que vuela una paloma. El mago es, de nuevo, Baltasar.