El tiempo da otra tregua. Los meteorólogos también se la toman tras los últimos aciertos en las predicciones
13 ene 2010 . Actualizado a las 12:51 h.José María Pascual (Salamanca, 1960) lleva días encerrado en la delegación coruñesa de la Agencia Estatal de Meteorología. Son las consecuencias particulares del último temporal de nieve. «Ahora empezamos a salir a la calle y hablar del tiempo con la gente», relata.
-¿Le sorprende que sigamos viendo la nieve como un gran acontecimiento?
-En una situación donde la nieve es poco frecuente hay que verlo como un gran acontecimiento. El año pasado tuvimos un invierno también muy frío, pero seco, llevábamos bastantes años con heladas fuertes pero sin nieve, sin tener en cuenta las zonas de la montaña.
-¿De cuándo consta la última nevada en la ciudad?
-La más importante de las últimas fechas es de marzo de 1993, cuando la nieve cuajó en A Coruña. Entonces las playas aparecieron blancas, yo mismo recuerdo haber pasado por el puente Pasaje completamente nevado. Pero la gran nevada es de 1987.
-¿Su teléfono ha sonado más de lo habitual con las últimas nieves?
-No, en el fondo se demuestra que las predicciones están acertando. Los medios de comunicación han sido coincidentes y el mensaje ha llegado con claridad a los ciudadanos.
-Intuyo entonces que su móvil suena mucho más cuando la predicción se tuerce.
-Así es. Cuando no acertamos me llaman mucho más. Somos como el árbitro de un partido de fútbol, lo mejor es pasar desapercibido. La gente debería entender que cuando no se cumple una predicción no es que nos equivoquemos nosotros.
-¿Se equivocan las nubes?
-Hoy podemos decir con exactitud en qué coordenadas estará el planeta Marte dentro de un año, pero en cambio decir el tiempo que hará mañana al mediodía en un punto muy concreto nunca se puede garantizar.
-¿Qué nos espera tras estas próximas jornadas de viento y lluvia?
-Siguen entrando borrascas, pero esta vez atlánticas. El lunes hubo nueve grados, hoy -por el martes- ya había unos catorce a las ocho de la mañana. Eso se debe a un cambio en la masa de aire.
-Algunos hablan de una diferencia de hasta catorce grados de un día a otro.
-Claro. Esta masa de aire ha durado siete días, digamos que ese frío se ha ido acumulando. Yo mismo vivo en el Temple, casi al nivel del mar, y el coche siempre me marcaba unos dos grados. Y en A Coruña durante estos días nunca se alcanzaron los cinco grados. Pero ahora ha cambiado la masa de aire polar.
-Una vecina de Aranga aseguró este lunes que las nevadas nunca vienen solas, que las nieves suelen repetirse en un mismo invierno.
-Así es. Lo normal es que haya un mínimo de dos episodios. Quizá la próxima nevada no sea tan intensa ni de larga duración como esta, lo normal es que se vea nevar tres o cuatro días. Pero sí, en el invierno que nieva generalmente vuelve a nevar.