Alberto Contador (Astana) reeditó ayer el triunfo conseguido en el 2007 en la clásica París-Niza, al término de la última etapa, de 119 kilómetros, con salida y llegada en Niza, en la que se impuso el francés Amäel Moinard (Cofidis). El podio tuvo un único color, el español, ya que Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne) y Luis León Sánchez (Caisse d'Epargne), segundo y tercero respectivamente, escoltaron al último campeón del Tour de Francia. Alberto Contador aventajó en 11 segundos a Alejandro Valverde y en 25 a Luis León Sánchez, vencedor de la pasada edición.
Los dos integrantes del Caisse d'Epargne buscaron a lo largo de la última etapa superar la corta desventaja.Valverde hizo su primer intento en la subida al alto de la Porte, de primera categoría. Cuando comprobó que apenas cobraba ventaja debido a la presión de los gregarios de Contador, desistió. Tras él murciano también lo intentaron Luis León Sánchez y Joaquim Rodríguez.
Incansable Valverde
Alejandro Valverde, incansable, volvió de nuevo a probar fortuna en el tramo final. Su recompensa fue la tercera posición de la etapa. El murciano encabezó un pelotón que se retrasó tres segundos con respecto al vencedor del día.
«La París-Niza es una carrera que reclama cada día una enorme tensión. Sé que mucha gente pone en duda el valor de mi equipo, pero aunque el equipo sea fuerte o no, la carrera es siempre difícil de controlar», dijo Alberto Contador en defensa de sus compañeros del Astana, cuyo trabajo fue cuestionado a lo largo de lña prueba, sobre todo cuando el sábado, en la etapa reina, no suieron controlar la carrera.
«Ha sido un buen test de cara al Tour», añadió. «Las dos victorias en la París-Niza significan mucho para mí. En el 2007, el triunfo me sirvió para darme a conocer. En esta edición he visto que mis piernas van bien. He ganado confianza para lo que queda de temporada», señaló el ciclista madrileño.
Luchar hasta el final
Con su tercera posición en la etapa de ayer Valverde arañó tres segundos de bonificación, por lo que la desventajaja final en la general respecto a Contador se redujo a solo 11. «Todos sabemos que Alberto es un corredor muy fuerte y que no es fácil ganarle pero tampoco es una cosa imposible y eso motiva mucho», agregó Valverde, quien agradeció el trabajo de sus comañeros de equipo y se refirió también a los ataques que intentó hasta el último momento para desbancar a Contador: «Hoy también lo hemos intentado, pero no hubo forma de conseguir esta victoria de etapa que me hubiera gustado obtener para darle las gracias a todos mis compañeros de equipo por el trabajo que realizaron durante toda la semana».
Samuel Sánchez, quinto clasificado, completó una edición en la que, como se esperaba, los ciclistas españoles fueron los grandes dominadores y pugnaron entre ellos por el triunfo final.
Alberto Contador no disputará el sábado la Milán-Sanremo, la primera gran clásica de la temporada y tiene previsto ahora estar en la Vuelta a Cataluña, del 22 al 28 de marzo, la tercera prueba que figura en su calendario 2010. El español disputará después la Vuelta al País Vasco, del 5 al 10 de abril.
«Voy a descansar un poco antes de decidir la continuación de mi calendario», declaró Contador respecto a una eventual e hipotética participación en dos clásicas como la Flecha Valona (21 de abril) y Lieja-Bastogne-Lieja (25 de abril), dos carreras que no todavía figuran en su palmarés.