El IES Cruceiro Baleares estrena un simulador de navegación y dos aulas de geotermia
A CORUÑA
Fue un día de estrenos en la vieja Universidad Laboral, que volvió a demostrar que en cuanto a ciencia puede considerarse puntera. Así, el instituto Cruceiro Baleares presentó ayer dos aulas muy especiales, que albergarán un simulador de navegación y una sede de geotermia respectivamente. La importancia científica y la generosa inversión (el simulador ronda los 115.000 euros), llevó a la puesta de largo al director xeral de Educación, José Luis Mira, quien alabó al centro de Fonteculler en presencia de su directora, María Sol Truque. «En esta casa se han adelantado a los tiempos», señaló Mira. «En materia de formación profesional llevan tiempo haciendo una labor magnífica», añadió.
De este modo, los estudiantes de ciclo superior de Navegación, Pesca y Transporte Marítimo cuentan desde esta semana con un simulador adaptado por el profesor de Gobierno de Buque José Manuel Costas, quien diseccionó ante la prensa el complejo equipo con la misma paciencia que en un ejercicio de docencia. Así, descubrió que la oscura habitación alberga un Instructor, donde se carga el escenario y se dota de velocidad todos los elementos así como el propio barco. «También cargamos las condiciones de lluvia, viento, granizo...», explica Costas. Un segundo módulo recoge la carta electrónica, con la que se diseña la ruta y se establecen los parámetros de seguridad y alarmas. Los alumnos también podrán palpar el radar y un ordenador desde el que gestionar las ayudas a la navegación. «Con esto conseguimos la ubicación de nuestro barco y la de los de alrededor a través de UHF y no GPS, con lo que logramos parámetros más precisos». En el inicio de la sala se visualiza un timón y el fondo una gran pantalla, que ayer por la mañana exhibía la costa ferrolana. El profesor recalca la perspectiva didáctica: «Sin esto, sería posible que los alumnos no supiesen lo que es un radar el primer día que se suben a un barco».
En el bloque más próximo al que alberga el simulador se esconden las dos aulas de energía geotérmica. El profesor que las ha desarrollado es Pepe Vila Alonso, encargado ayer de explicar los secretos de esta aula que no consume energía eléctrica. «Hemos introducido un tubo a unos cien metros de profundidad a través del cual absorbemos el calor de la tierra, que es siempre a quince grados», señaló el docente ante las autoridades, entre las que también se encontraba el alcalde de Culleredo. A través de un suelo radial, el calor se transmite a todo el aula y al habitáculo anexo por medio de radiadores.