Son muchísimos los detalles, pequeños, que están detrás de la producción de una ópera, en este caso del Don Giovanni. Así, antes del ensayo general uno de los trabajadores del Palacio de la Ópera hacía una indicación sobre el momento en el que tendría que poner la calefacción. Y es que la temperatura es algo que afecta especialmente a estos cantantes y, aunque pasó desapercibido, alguno de los secundarios afrontó la primera función con un problema de garganta que ayer solucionaba.
La mañana de ayer era de tarea especial para el personal de limpieza y, para colmo, una de las mujeres sufrió un resbalón y hubo de ser trasladada al sanatorio Modelo. La presencia de miembros de la Policía Local y Nacional sorprendió a sus compañeras; mientras los agentes les explicaban que se trataba de un protocolo habitual por si hubiera una negligencia, una trabajadora les indicaba que había sido un resbalón «que le pasa a cualquiera» y como consecuencia de ello tenía mal una pierna. Tampoco estaba para muchas explicaciones la mujer «que hoy tenemos mucho trabajo», si bien, comentaba telefónicamente a otra compañera que estaba contenta porque había estado saludando el viernes al anterior director del festival, Paolo Pinamonti. «Aquí haces hasta de relaciones públicas», bromeaba antes de marcharse a dejar impecable un escenario y una sala que esta noche volverá a llenarse.