El notario Francisco Ordóñez ingresa en la Academia de Jurisprudencia

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El jurista coruñés defendió la libertad personal en el derecho de sucesiones

19 jun 2010 . Actualizado a las 02:51 h.

La Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación, que preside José Antonio García Caridad, acogió ayer la solemne sesión de ingreso de un nuevo miembro, el notario coruñés Francisco Manuel Ordóñez Armán. El acto reunió en la casa del Consulado a autoridades y representantes del ámbito político, académico, judicial y empresarial.

Apadrinado por Santiago Nogueira Romero y Arsenio Cristóbal Fernández-Portal, Ordóñez Armán revisó en su discurso de ingreso las relaciones entre la autonomía de la voluntad y el derecho de sucesiones en Galicia, una ponencia en la que analizó la evolución legislativa comparándola con la estatal, la de otras comunidades e incluso aludiendo al ordenamiento de países extranjeros. De forma especial, se detuvo en el significado de la ley del 14 de junio del 2006, actualmente vigente, ya que, aunque la aplicación normativa desde el 95 venía apuntando ya fórmulas de alejamiento del Código Civil en materia hereditaria, fue con su aprobación cuando «el derecho sucesivo gallego se aleja del derecho común, asentándolo definitivamente en la autonomía privada».

En su conferencia, valoró el papel recuperado en la reglamentación para la libertad personal en lo que se refiere a la voluntad del testador para ordenar su patrimonio, bienes y propiedades, personales y empresariales, y diseccionó todas las figuras y formas contempladas con el nuevo derecho gallego. A su juicio, la legislación autonómica no vino más que a recoger derechos «reflejados en la propia Constitución», acercando de esta forma a Galicia a los presupuestos, más amplios, ya contemplados en los derechos forales.

Como consecuencia de los cambios en el derecho, «cuando se abre una sucesión, el protagonista es quien ha querido el causante de la herencia», recalcó, y entre los efectos directos mencionó las transformaciones en cuanto a la disponibilidad de la legítima, que quien testa puede dejar establecida como un derecho de crédito. «La posición del legitimario depende, igualmente, del deseo del causante», recalcó.

Detalló el jurista también otros cambios sustantivos que, a su juicio, introdujo el texto autonómico con respecto a lo preexistente, no solo en cuanto a proporción debida a los hijos o descendientes directos, los herederos forzosos, beneficiarios de una cuarta parte de la herencia frente al tercio de la legítima anterior, sino también en la regulación de su capacidad de movilización de lo heredado.

Los pactos, contratos sucesorios, los testamentos mancomunados, por comisario... todos los aspectos fueron revisados por Ordóñez Armán, que defendió el papel notarial en la ordenación de los bienes y como aval de la libertad real, informada, no viciada y recogida con exactitud de las últimas voluntades.

El académico José María Botana resumió la carrera de Ordóñez y destacó la brillantez de la exposición ofrecida por un jurista «situado en la primera línea de los estudiosos del derecho gallego, un sistema de normas que reconoce a las personas un espacio amplio de libertad».

El alcalde coruñés, Javier Losada; el rector de la UDC, José María Barja; y dirigentes de entidades financieras, como José Luis Méndez y Mauro Varela, de Caixa Galicia; o José María Arias, del Banco Pastor, se sumaron a un auditorio en el que no faltaron los representantes de las instituciones del ámbito judicial. El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas; el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela; Antonio Platas, decano del Colegio de Abogados; y Antonio Fraga Mandián, decano de los jueces coruñeses, dieron la bienvenida al nuevo académico junto a numerosos profesionales del sector judicial.